domingo, 31 de julio de 2011

La Comedia de la Vida

Es domingo. Probablemente el actual gobernador de la ciudad sea reelecto en Buenos Aires. Ir a la escuela más cerca de casa, asumir mi responsabilidad cívica adentro del cuarto oscuro y en un segundo decirle que no a ese hombre incapaz. Salir y no querer saber nada con el mundo. Pensar en la película que ayer vi. En la fotografía de la película, en los colores, en Suecia. En los instrumentos que dan música a la película, en los personajes, y en la debilidad de cada uno. En los sueños, la soledad, el amor. Me hace bien saber que a miles de kilómetros de distancia un tal Roy Andersson piensa y dirige una película como esta que me deja pensando y un domingo de elecciones porteñas mi cabeza prefiere deslumbrarse viendo las imágenes de escenas tan bellas en Youtube a prender la televisión y encontrarme con porcentajes que me causan angustia.
Aquí una escena del comienzo de la película, tristísima. Y preciosa:



Por esto me gusta Di Benedetto

"Durante años, cuando me caia del cielo una mota de nieve que se parecia a un cuento, la soplaba con todo el trópico de mis pulmones para que se esfumara y no me distrajera de mi novela. hace unos meses me sentí solicitado por estos episodios tan diminutos en los que por ahí descubra gotas de mi sangre esparcida durante el día y acumulada como un pequeño soplo. Otras veces eran pequeños tesoros de imaginación y fantasía, liberadores, que me habian sido donados no se por quien durante el sueño. Sentía que su construcción era débil, que me daban como una oferta tímida para que hiciera de ellos algo con cierta solidez y cierta arquitectura estable. Los consideraba gracias menores de los dioses que pueden regirme, sin creer la existencia de ningún dios.Y esa condición de ser obsequiado con sugestiones menores que en nada iban a contribuir a que yo construya una catedral sino pequeñas capillas, vaya a saber de que credo, me distrajeron profundamente de tales donaciones. Hasta que comiserado de mi mismo por el tamaño de la empresa que había asumido cuando me di cuenta de lo poco que queda de vida por lo que yo tengo edad, por lo que ya gasté de la cuota, paré durante un tiempo y me puse a escribir cuentos."

Luchar contra la palabra, entrevista por Ricardo Zelarayán (1975)

martes, 26 de julio de 2011