miércoles, 31 de agosto de 2011

Por esto me gusta Buzzati

"Aún nos vemos, pero yo soy la puta, verdad; para él siempre seré la puta. Vosotros los burgueses nos consideráis una raza inferior, aunque nos necesitéis, aun cuando os arrastréis a nuestros pies. ¿Y tu llamas amor a eso? La posición social, la estima del mundo, la dignidad, el prestigio familiar: bonitos asuntos. ¿Quién nos ha hecho como somos? Yo escupo en vuestra dignidad."

Un amor

domingo, 28 de agosto de 2011

Un toque de egocentrismo

Último domingo como empleada en relación de dependencia.
Felicidad verdadera.
Brindo con vos.
Por mí.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Entró en mi corazón

Esta piba fue directo, sin escalas, a mi corazón. Se llama Sofía Viola y canta. Toca la guitarra y el ukelele y canta. Tiene una voz tan sexy. Es una voz de gitana con un dejo afónico que electrifica sus canciones. Además compone y mucho. Tiene un repertorio inmenso, abarca todos los géneros musicales y los sabe llevar con swing, con magia, con altura. Dice su myspace que un día, con solo 14 años, escucha el consejo de su padre: Tenés que cantar y componer tango, pero para eso necesitás enamorarte, emborracharte, desenamorarte y vomitar. Y agarró y se enamoró y tomó un montón de vino y se desenamoró y abrió la boca y vomitó lo que tenía que vomitar. Y hoy sigue en ese plan, 7 años después de aquel consejo, sigue con la boca abierta para expulsar alcohol, para expulsar el encanto de su voz, para cantar y desarticular corazones. Y la ves ahí, parada en el medio de un escenario improvisado, y sentís que todo eso que vivió lo destila, lo transmite en el primer hola, en los comentarios que hace entre canción y canción, en la forma de reírse, en sus movimientos descontracturados. La ves ahí con sus caderas anchas que un poco te llevan a las de Celia Cruz, escuchás esa voz que por más que te parezca demasiado, sí, un poco te hace acordar a la de Lauryn Hill y decís: bien, estoy viendo a una artista del carajo. Porque además le ves el talento, joven, desordenado, pero talento al fin y proyectás unos años y la ves más armadita, mas segura, más grosa. Sabés que sus letras te llegan, que aunque escriba una serenata a un camionero o un vals a los chicos con barba, sus letras te tocan ahí porque las canta con todas las venas de su cuerpo, con toda su alma. Ella misma dijo en uno de sus conciertos que tengo tanta ansiedad de vivir que no puedo dormir. Porque vive con el pie en el acelerador y la quinta a fondo, porque sabe cómo pararse día a día, frente a una mancha de jugo de pera, frente a una letra de Violeta Parra o frente a una botella en el fondo del mar. Sabe cargar con una emoción especial esos momentos que la gente común no es capaz de distinguir, sabe cómo utilizarlos, sabe brotar ideas. Y que ella se inspire ahí en lo que la gente común nada ve, que ahí detenga su mirada es lo que a una le inspira ganas de seguir escuchándola, porque con toda esa sencillez se convierte en milonga, en chacarera, en cumbia, en salsa, en punk y en rock. Porque toda ella es una garganta arenosa, un ukelele invadido por figuritas de colores, una máscara burlona, una hippie tan galáctica y real que guarda un montón de historias en sus canciones, un montón de viajes, de denuncias,de escenas fabulosas y frases que sacan una sonrisa. No me equivoco al decir que esta piba es uno de los mejores hallazgos del año y que mejor vayas entrando en su mundo porque si ahora que tiene 22 años escribe una canción como está y la canta como la canta, no me quiero imaginar lo que va a ser dentro de un tiempo. Seguramente y sin remedio: un huracán de mujer.

lunes, 22 de agosto de 2011

El aullido interminable

No se si van de la mano, pero muchas veces el arte tiene que ver con la locura, y la locura con el arte. Aquí un extracto del documental de Julio Medem del que me hablo una amiga que siempre suele hacer buenas recomendaciones:

lunes, 15 de agosto de 2011

Pescados moviéndose

Qué les pasa, me pregunto. Qué carajo les pasa cuando publican en sus muros de facebook que ellos también quieren planes trabajar y asignaciones y notebooks, qué es lo que les pasa a los que dicen semejantes palabras desde sus oficinas calefaccionadas. Dicen que basta de fomentar la vagancia como si un jefe de hogar no supiera lo que es levantarse a las 4 de la mañana en invierno en las calles de Florencio Varela para ir a buscar trabajo como sea. Me pregunto cuán sorete se puede ser para apretar la tecla de un blackberry y sostener discursos como ese. Un discurso tan básico, tan necio, tan vacío. Se atragantan con las papas que guardan en sus bocas y terminan por escupir pescados con olor a podrido. Huelen mal cuando sin leer un puto artículo periodístico en los últimos 5 años se llenan la boca de acusaciones baratas. Huelen pésimo. Ponen el grito en el cielo cuando escuchan que dan asco por votar a un empresario procesado por la justicia y putean a la negra de mierda que obtiene el 50% de los votos en las elecciones primarias. No saben lo que están diciendo, no tienen idea, pero despotrican, lloran y patalean como si el país estuviera una década atrás, a las puertas del corralito. Claman por los planes dirigidos a las personas que trabajan en condiciones enormemente inferiores a las de ellos y encima no alcanzan a comprarse una bicicleta. Hablan de las barbaridades, del horror, del terrible escenario político mientras giran con elegancia la copa de Malbec después de meterse un pedazo de morcilla en la boca. Qué les pasa que no miran el contexto, que no fabrican en sus mentes la idea del sufrimiento de un hombre desempleado y sin nada en el estómago. Qué pena saber que lo que les pasa, a la mayoría de los que pegan esas líneas en sus muros, es la desinformación, la impune desvinculación con los asuntos sociales, aunque sea una lectura, una mirada, un escudriño. Son varios y algo les pasa, algo que realmente no tiene forma de sostenerse ni de agarrarse, como un pescado moribundo en la boca, que tarde o temprano se resbala, se cae y choca contra el suelo moviéndose con desesperación, buscando la forma de respirar hasta dejar de hacerlo y quedarse quieto, inevitablemente. Pescados que hacen lo posible por seguir moviéndose para alcanzar a apretar la tecla de sus teléfonos y copiar mensajes absurdos en los muros de sus perfiles de facebook.

martes, 9 de agosto de 2011

Necesito estar acá

En este momento y para siempre:

sábado, 6 de agosto de 2011

Por esto me gusta Zambra

"Nos conocemos poco pero nos une una especie de confianza previa y recíproca. Me gusta que dé consejos. Ahora que lo pienso, hubo un tiempo en que todo el mundo daba consejos. La vida consistía en dar y recibir consejos. Era tarde, nos habíamos enamorado del fracaso, y las heridas eran trofeos, igual que cuando niños, después de jugar entre los árboles. Pero Rodrigo da consejos. Y los escucha, los pide. Está enamorado del fracaso, pero también, todavía, de esas formas antiguas y nobles de la amistad."
Formas de volver a casa

jueves, 4 de agosto de 2011

Se terminó


Un año y dos meses. Un año y dos meses viviendo en función de una oficina. Un montón de horas, 8 para ser exactas, adentro de una casa de color gris. Parece mentira pero sí, está pintada de gris, un gris oscuro distingue la fachada de la casa que supo ser mi lugar de trabajo durante un año y dos meses de las otras casas ubicadas en una de las dos cuadres del Pasaje Bollini. Levantarme a las 9, preparar el taper con comida, tomar el colectivo 10 menos veinte, entrar a las 10, mirar la pantalla de una computadora, salir una hora (la hora sagrada) a las dos de la tarde (sentarme en el pasto del Parque Las Heras, pasear por las calles, tomar un café, leer en un banco, vagar) y volver a las 3 para seguir mirando la pantalla de una computadora. Navegar incansablemente por la web y minimizar la página del facebook al sentir la presencia de mis jefes. Escuchar a las 5 de la tarde el ruido del paquete de Frutigran abriéndose, el ruido de la Frutigran haciéndose pedacitos en la boca de mi jefa, el sorbido de la bombilla de su mate, continuamente. Contar los minutos, todos los días al caer la tarde y estar lista a las 6.59 para salir corriendo. Saber que es un bajón que la comodidad ecónomica me haya conformado durante un año y dos meses, pero ser consciente de que mi cabeza me andaba pidiendo un descanso: dejame stand by un tiempo, dejame olvidarme de los números, no quiero tener esa preocupación. Y así, sin esa inquietud, ponerme cómoda y terrenal. Así, convertir el sueldo en los mejores programas de mi vida. Salir a conocer cada rincón de Buenos Aires, cada salita de teatro, cada barcito escondido. Deslumbrarme con lo que esta ciudad tiene para ofrecer, emocionarme, posta, hasta las lágrimas. Gastar mis horas libres en cultivar mi mente, en aprender, gastar sabiendo que invertía, que todo esto es lo que mi cabeza estaba necesitando. Empaparme del Cervantes, de Kartún, de Lola Arias, empaparme de casitas perdidas en San Telmo donde proyectan perlitas del cine moderno, empaparme de Daulte, de Spregelburd, de Ajaka. Consumir lo que más brilla en Buenos Aires: sus tablas. Odiarme de lunes a viernes de 10 a 19, amarme después. Confirmar que sirvo para cumplir el rol de empleada de una empresa cualquiera y deprimirme un toque pero saber que más de un año y dos meses no aguanto, que este es mi record, que nunca más un taper chorreando aceite, un jefe concheto, que nunca más una planilla de excell o un café con gusto a caca a las 3 de la tarde. No permitir que nunca más mis días se escurran adentro de una oficina, que mis horas se pudran escribiendo mails con saludos cordiales. Tenerlo tan claro. Decirle que no al mundo de oficina, no, no y no, con el dedito, con la cadera a un costado y al otro, con el pelo revuelto y el delineador negro saliendo de la esquina de mis ojos. No, con la voz de Amy Winehouse. Saber que no es un capricho de hippie ni un delirio de naif, saber que simplemente no cuaja conmigo porque no me reconozco, porque dejo de ser yo. Corroborar que renunciar, en casos como este, dignifica y que de verdad mi felicidad está en otro lado, no tan terrenal, no tan cómodo y lejos, muy lejos de la rutina de una oficina.
(Ilustración: Robertita)

lunes, 1 de agosto de 2011

Lo que julio dejó

Los abrazos son mucho más lindos en invierno.

Mi vida está bifurcada, trifurcada, cuatrifurcada.

Quiero que te guste. Es hippie pero laburador, es bueno, inteligente, músico.
Pero no me atrae ni un poco.
Es que vos sos de comida de autor y este es un almuerzo semanal.
Si, yo siempre estoy con chicos lindos.

La religión es una bosta.

Si fuera hombre o lesbiana, me caso con vos.

Si tenés solo sugus naranjas y amarillos, ¿comés los amarillos o no?
Antes me cago de hambre.

Dicen que Recoleta es el barrio con más mujeres de Buenos Aires.
Ahora entiendo todo.

Este muffin es una fiesta.

Yo creo que cuando me muera antes que nada le pregunto a Dios quién mató a García Belsunce.

¿Fuiste a su casa a buscar tus cosas entonces?
Sí, y esta vez no lloré.
Bien.
Pero le dejé una carta de 3 hojas.
Bueno.

Me preguntó si tenía un costurero. ¿A mi entendés?

Qué bueno está tu tapado. Da un toque drogadicta pero me encanta.

No sabés lo bueno que es este pibe.
No me digas más que ya sabés lo que me erotizan a mi los chicos buenos.

Para mi vos te inventás talleres con tal de no estar en casa.

Me estoy comiendo todo. Me cago en tu cumpleaños boluda.

El que tiene unas manos muy sexys por más que lo desteste, es Rial.

Tenemos que hacer algo juntas. Salgamos el sábado.
Pero no hay nada por las elecciones del domingo.
Claro.
¿El viernes?
No, a esta edad los viernes ya no existen.
Tal cual.

¿Entendés que hay personas que tienen hambre y no pueden comer y otras que compran islas?

¿Estás bien? Estás muy pensativa.
Es que estoy pensando en el destino de mi vida.

¿Vos venís de tu casa?
Vengo de la depresión.

Los hombres son idiotas así que hay que tratarlos como idiotas.

El salamito es el mejor amigo del hombre.

¿Querés una vauquita?
Estoy en una etapa ayurveda, pero una vauquita no le hace mal a nadie.

Yo sé que si se presenta un extraterrestre contra Macri, voto al extraterrestre.

Cuando estás mal andá ayudar al que esté peor que vos. Es una ley.

Nuestras bocas nacieron para estar juntas.

Vos sos una especie de Facebook humano.

No podía dejar de mirarla de lo linda que era.
Vos también sos linda.
Pero yo no puedo automirarme.

Yo estoy asexuada porque no gusto de mí.

¿Podríamos empezar a ser mujeres no?

Un mundo sin helado es un mundo equivocado.

Cuando estoy fumado duermo boca arriba porque es mucho más divertido.

Soñé que mi hermana tenía pito. No es normal.

Cuando termino de leer una novela siento que estoy traicionando a los personajes.

El futbol no hace bien a la salud.

¿Quienes pueden patear los penales?
Yo solo te digo que me violo al Kun Agüero.

Hace un montón que no hago nada por un pobre.

A mi no me gusta ir al teatro porque salgo muy angustiada. No puedo creer que no soy yo la que está arriba del escenario.

Si las manos de los hombres hablan del tamaño de la poronga, la de Lito Cruz es gigante.

Yo me pongo crema pensando en que los hombres me van a decir qué suave tengo la piel.

De la serna me revoluciona el clítoris.

La infancia feliz es una mierda. A mi me hubiera gustado que me pasara algo que me marcara.

Me tenés que contar de tu golpe de suerte.
Sí, y tengo que fijarme los números del quini.
¿Jugaste?
Sí, con la suerte que estoy teniendo cómo no iba a jugar.

Mi vieja se encarga de generarme las pelotas, reventármelas y volvermelas a generar.

Si elegís el camino artístico, tenés que armarte de paciencia.
Es así, poquito a poco.
¿Por qué te crees que me metí en el profesorado de yoga si no?

Tengo que averiguar sobre la extinción de los bichitos de luz.
Yo ya lo googlé y no existen más boluda.

Nada mas menemista que los juegos de Susana Gimenez.
Regalaban un millón de pesos todos los días, por favor te lo pido.

A mi me gustan los hombres montañistas.
Bueno entoncés andá a buscarlos a otro lado porque en Buenos Aires no hay.

Me llegó al confirmación del curso de España y casi me da un patatus.
A mi me da un patatus boluda.

Google compró Skype. Falta que me compren a mi y listo.

Tenemos que anotarnos en el curso de manejo. Somos unas ineptas.

Me gustaría ser tu hija para que me hables con esa voz tan dulce y para hundirme en tus tetas.

Cuando una está al pedo engorda porque no hay nada más divertido para hacer que comer.

Se me subieron los gases de todo lo que me reí.
A mi se me rasparon los pulmones.

Yo entro a la Wikipedia para ver a qué edad triunfaron los artistas que admiro y por suerte Woody Allen filmó su primera película a los 32. Todavía me queda un tiempo.

¿Vas a venir a hacerme eso en la nueva oficina no?
¿Qué?
Lo de los santitos.
Ah, sí.
Yo después cuando me haga rica te pago un pasaje a España.

La gente que vota a Macri huele a caca, sí, pero hay que tratar de ser tolerantes.

Qué complicadas son las relaciones humanas. ¿Por qué no nacimos elefantes?

Cuando tomás la pastillita del darte cuenta estás jodida para siempre.

Yo miro una gelatina y digo ¿qué sos? ¿qué sos?
¿Y qué es?
Yo creo que un flan gay.

Qué odio cuando te convertís en una persona gris.
A mi lo que me desespera son los colores pastel.

Si yo me quedo a vivir en este campo no necesito más sexo.

La gente va al casino a perder el dinero, a perder el alma, a perder todo.

A mi "Amigovios" me hacía latir el corazón.

Yo he hecho el amor por cortesía.

Los hombres somos peores que las putas.

La estética es un camino de ida.

Qué linda es la gente que asume sus errores.

A Darín le doy hasta morir.
Yo también, con panza y todo.
Como venga.

Mi culo es una estría.

S on las primeras elecciones en vida que voto en Recoleta y debo haber sido la única boleta de Filmus.

Quiero que empiece agosto para que termine.