lunes, 16 de enero de 2012

Formas de evadir el blog

Me está costando el blog. Mucho que ver en Madrid y mucha gente por conocer. Un vinito en La Latina, una fondue de queso en Malasaña, un paseo en Lavapiés o una tarde de mate en Majadahonda. Los chicos que te dejan retumbando adentro de una campana de cristal. Que hay algo. Que no hay nada. Vale. Que si no va a haber nada desde un principio estaría bueno no encender esa llama, ni una chispa mejor, porque viste, los sentimientos. No entender, no captarlos nunca. Y los viajes. Hungría, de repente, estás en Hungría y caminás abrigada con un grupo de desconocidos que escuchan a la guía del tour comunista que nos cuenta la historia de su país. Y volvés y hay que mudarse, otra vez, pero necesariamente. Y desempacar en Tirso de Molina y saber que es la definitiva. Enero del 2012. Y qué de movidas se avecinan. Más todo lo que tu cabeza acumula para ese cuento que tenés que escribir. Y el proyecto que ya está enhebrado, por lo menos el hilo está adentro del hueco de la aguja. Y todo se transforma en literatura, hasta los vecinos senegaleses que te ofrecen marihuana a la salida del metro. El Hotel Kakfa se va convirtiendo en una casa de gente guapa y un día, con resaca, te encontrás cantando funkie mientras el director del master toca la guitarra ensimismado. Y te emborracás porque se termina el año y porque tenés ganas de emborracharte. Con un chico de Alicante o tu amigo adorado, el de Azul. ¿Y por qué tenés que irte? ¿Por qué París? Y que se vaya, por más preguntas que le hagas. También las fotos, la música y las ganas de comprarme un ukelele. También las películas: en Cuevana o en el Yelmo. Los mambos de Oliver Tate en tu cabeza, la estación El Havre en tu cabeza, Ryan Gosling en tu corazón. Y los libros que pesan en tu mochila colorida, la que te trajiste de Tilcara. Uno de Fitzgerald, otro de Rulfo, uno más de Onetti porque me hacen falta sus letras, uno de Aira y La muerte de Ivan Illich. Leer, en el metro, en la cola del banco, en un banco de la avenida más larga de Budapest, en tu cama. Y colgarte con la edición de un vídeo para tus amigas y el puto facebook y los siempre gloriosos hallazgos en Youtube. Quedarte echada en el sillón dándole play a un videito y al otro y al otro hasta que te pesan los párpados y tu compi de piso te dice: son las dos y media de la mañana. Pero también está el Skype y las horas que se pasan volando mientras hablo con ella, desde su casa de la calle French, que toma tereré y hace pis cada dos por tres y planea nuestro viaje a Lisboa en el mes de julio. Y por último el descubrimiento que te enciende las noches desangeladas: TUMBLR. Animarse a abrirse uno y empezar a rebloguear imágenes, citas, fotos y a postear, de a poco, lo de una. Entender que hay otro espacio que me envuelve, otro espacio que me identifica porque entrar en un tumblr es morder el alma de la otra persona, es beberla hasta la última gota. Por eso, aquí lo dejo, a mi nuevo amigo, refugio de los refugios, mi tumblr.

sábado, 7 de enero de 2012

Lo que diciembre dejó

No hay nada peor que la solemnidad.

Las hamburguesas de Mc. Donald´s me dan taquicardia.

Te veo renovada, radiante, más flaca, onda hipster.
¿Hipster? No me jodas.
Bueno, las converse doradas.

El que diga que nunca se movió por conveniencia en el mundo artístico, miente.

El medicamento nuevo de la homeopatía me está dejando re desequilibrada.

A la hora de la seducción, los hombres argentinos tienen caca en la cabeza.

Es ley de vida hacerse amigo de las amigas de la chica que te gusta para empezar a actuar. Luego vendrán la madre y la abuela, pero primero hay que ganarse a las amigas.

¿Entendés que ya me enteré de dos amigas que se casan el año que viene?
Mira, yo poco puedo decirte después de que se me ha casado mi padre.

Tengo la cara más alargada que el pan.
Y yo más redonda que una galleta.

Si un pibe te pondera el perfume, ya está, no hay nada más que decir.

Te juro que yo pensaba que estaba loca pero siempre pensando que la locura verdadera estaba muy lejos de mí. Cuando llegué a la India pensé que la locura está acá boluda, en frente de mis ojos.

El que se mete droga porque lo ayuda a inspirarse a nivel artístico bueno, pero el que lo hace porque sí es un loser.

Yo no concibo la vida sin alcohol boluda.

Está bastante baqueteada para tener 40 años.
Pero está casada hace 20 años nena. El matrimonio te arruina la vida.

El concepto familia funcional me da escalofríos.

Ya está, cuando vengas nos ponemos a cantar en la calle, qué importa, es Europa, no nos conoce nadie. Nos armamos un buen repertorio y nos cagamos de risa.
Lo hacemos, posta. Igual me da gracia que yo tomo clases de guitarra hace 4 meses y vos no tomaste ninguna.
No pasa nada, le ponemos garra estos meses.

Yo no me voy de España sin haber tenido una historia de amor con Sergio Ramos.

Para mí son lindas las españolas, ¿eh?
Dejate de joder, son las hermanas de Cenicienta.

No me lo puedo creer. ¿La palabra tanguera es por el tango? Siempre pensé que era por las mujeres que usan tanga.

Bueno, brindemos mirándonos a los ojos por favor.
Y el que no apoya, no folla, como dicen los catalanes.
Esa no la tenía.
Yo desde que apoyo, no sabés cómo follo, así que apoyá esa copa ya mismo por favor.

Conocí a un chico un poco aparato, pero un poco me copa.

Yo no quiero que me digan que soy graciosa, quiero que me digan que soy sexy.

Estuve pensando que de tanto mirar fútbol en este país, a lo mejor puedo probar con periodismo deportivo.

Es así. En Madrid hay arte en cada esquina.

Me encantó el show.
Está muy verde.
Verde esmeralda para mí.

El que no se toca, no vive.

¿Cómo será estar un día en la cabeza de Almodovar?
Un día lleno de todos colores.

La frase de cabecera de mis amigas es: alto, flaco, desgarbado: pirulín.

Las mujeres nos bancamos mucho más estar solas que los hombres.
Claro, porque ellos llenan los vacíos con asado, deportes, cerveza. Nosotras nos bancamos los vacíos de verdad.
Nosotras sabemos enfrentarnos a la soledad. Ellos no.

Estás en mi ranking preferido de personas de este mundo y del otro también.

¿Viste que hay minas que por más que se pongan todo encima no pueden hacer nada con la caripela?
Claro, no la pueden caretear.

¿Qué pasa con los hombres que te buscan, te buscan, te buscan y una vez que te encuentran reculan?
Los hombres ya fueron.

Yo soy fan de cruzar mal la calle.

Mirá el baúl de los disfraces que me trajo Papa Noel.
Me encanta. ¿Y los tenés todos para Halloween?
No, yo me disfrazo todos los días, porque sí.

Todo mal cuando mi viejo se enteró que salía con uno 9 años más chico, imaginate.
¿Y vos qué le decías?
Mirá Shakira, mirá Demi Moore.

Yo me voy a proponer para el año que viene ser más puta.
Me parece perfecto.
Y dejar de consumir energías en los hombres.

A mi un amigo me preguntó por qué siempre estaba alegre y le dije que viniera un día al hospital. Ahí entendió que soy alegre porque soy agradecido.

Qué buen momento este tomando fernet.

Le dije que buen viaje, que disfrutara de ese paraíso y me dijo que el paraíso está debajo de mis sábanas.
Es un poeta.