domingo, 10 de octubre de 2010

Todo lejos


Padre en Vancouver, Madre y hermana en Uruguay, Hermano en Jujuy, Hermano en Mar del Plata, Hermano en Puerto Madryn. Todos lejos. Y a mi que se me caen los mocos arriba de una cama deshecha. A mi, Buenos Aires. Todo adentro mio, además de la tos. Ya va a ser un año. Puta, un año sin Madrid. Todo lejos, allá, todo fuera de mí y todo adentro mío: lo perdido, lo descubierto, lo inexplorado. Junglas, adentro mío. Guirnaldas que cuelgan solas, en una pared, lejos. Guirnaldas que me pertenecen, en esa pared que se destartala. Despejar la mente, ahora, urgente. Bailar con los ojos cerrados, con la música fuerte, bai, lar, sin reparos, con la boca roja. La tos, la melancolía, lo que adentro pudre y lo que adentro mueve. La noche que entra por la ventana y toca las sábanas, la alfombra, los libros. Todo lo que lejos se deshilvana y a punto está de caerse. El frío, los pies descalzos, la forma de la soledad en el encierro. Aflojar el cuerpo después del silencio y por fin, rendirse el sueño lejos del mar, del norte, del este y de las ballenas. Dormir hasta que los músculos se ablanden y el alma se desparrame por las aguas de mi mundo dormido.

1 comentario:

Charlie Knox dijo...

"lo que adentro pudre y lo que adentro mueve" (Adoré esta frase)