martes, 31 de mayo de 2011

Blue Valentine, claro que sí



Un chico como cualquier otro, una chica como yo. Se conocen, se enamoran, forman una familia, crecen, cambian, se desgastan. El amor en todas sus formas, o en casi todas. Esta película cuenta una historia de amor imperfecta y como la vida es imperfección se acerca mucho a esas relaciones que uno conoce o que uno, de alguna u otra manera, vivió. Lo que pasa en el mundo real entre dos personas que se quieren pero ya no están más listos para estar juntos, ya no saltan al mismo tiempo como dos delfines entrenados, ya no. A uno le toca intentar el salto, a otro ahogarse. Lo intentan, por el cariño que se tienen, por la hija en común, pero las cosas a veces hablan por sí mismas, los gestos se endurecen, las palabras hieren, los silencios también. La desesperación por mantener un vinculo que ya huele a podrido, la angustia de encontrar los cuerpos pero no el afecto, la bronca y los impulsos desenfrenados, el ayer disipado, inalcanzable. Los amores que alguna vez se despiden aunque hayan parecido tan fáciles. Y los planos, las luces, los diálogos. El cuidado de cada toma, los colores más bien pálidos. La complicidad entre dos actores que no parecen actuar. La belleza de las miradas de él a ella, las sonrisas de ella a él. La canción que él canta con su charango una noche cualquiera en la puerta de una tienda de vestidos y el baile que ella improvisa. El calor del principio y el frío que después, atraviesa la pantalla. La simplicidad de una historia donde los restos del amor se evaporan, se acaban. La dificultad de tener que tragar saliva y apretar los ojos y abrazar a alguien pensando que es la última vez pero sabiendo que sí, que hay veces que es mejor alejarse, que es mejor dejarlo ir. Así de triste, de cruda y de verdadera es la historia que se puede ver en la película Blue Valentine, como para no olvidarnos de que "We always hurt the ones we love".

lunes, 23 de mayo de 2011

Una imagen de aliento

Ya está todo dicho. La gente se junta, la gente acampa, la gente rebalsa en Sol y sostienen carteles. Se agotaron. Toda una masa que se concentra en paz, durante una semana para dar un mensaje, para decir basta. Por ahora es esto, es manifestarse, es que los vean, aunque no los escuchen, que los vean, ahí, inamovibles, ahí, una multitud de pieles, jóvenes y adultas, mujeres y varones. Una multitud que une sus voces para que esto no siga así, para que el aparato político los registre, para que los trabajos estén mejor remunerados, para que no aumenten más el abono de transporte, para que haya una verdadera reforma electoral, para escuchar propuestas cívicas, para colaborar con los inmigrantes, para que la vivienda pasa a ser un derecho accesible y para muchas otras cosas a las que no quieren renunciar. Son muchos. La inquietud fue despertando a todos y de la misma manera, empezó a correr por las venas hasta movilizarlos con alegría, con ese latido rápido del corazón que dice: algo bueno estoy haciendo, algo bueno se palpita. Y sí, la democracia real como movimiento es algo bueno, eso está claro, es algo esperanzador. Sólo tiene que solidificarse. Una vez armado, la clase política tendrá que empezar a escucharlos porque sí van a tener cómo y donde plantarse. Es cuestión de tiempo. Lo espontáneo puede organizarse. Las energías están todavía revoloteando por las principales plazas españolas. Las elecciones autonómicas ya pasaron, ayer, con una victoria inédita del Partido Popular en casi todas las municipalidades. Y la cara de Rajoy saboreando la victoria tiene que ser el empujón inquebrantable para que el movimiento que hizo saltar de sus casas a miles de personas el 15 de mayo pasado se termine de construir y así, la primavera española, pueda empezar a oler el verdadero olor de las flores.

jueves, 19 de mayo de 2011

Hablar de Orsai

Cada nota de Orsai me lleva a un planeta desconocido. Ese es el mensaje de texto que me llega de una amiga ayer. Una amiga a la que una vez, en octubre del año pasado, la agarré, la senté y le dije: Tenés que leer este blog. Y tanto la cebé que lo leyó. Me llamó un día y me dijo: No puedo parar. Y siempre que nos juntamos hablamos del Gordo Casciari y de su amigo Chiri que juntos crearon la revista literaria más revolucionaria que se pueda imaginar. Un gordo drogadicto que hace 10 años se mudó a Barcelona y que desde ahí, atrincherado detrás de la computadora, empezó a escribir de su infancia en Mercedes, su familia, sus mambos, el exilio. Un gordo que escribe de una manera tan cruda, tan criolla, tan sin tapujos que logra que uno no sólo lea sus textos sino que los viva en carne propia. Un gordo que se acerca tanto a las formas que mi amiga y yo tenemos de pensar la realidad, de movernos, de discutir que realmente nos enamora, nos enloquece, nos hace decir no, dale, qué hijo de puta. Un gordo que desde su blog creó una novela y la novela se transformó en obra de teatro y ahora la novela ya es un cartel pegado cada 3 cuadras en la vía pública con la cara de Gasalla vestido de mujer y letras blancas que dicen: Más respeto que soy tu madre. Así, la historia pasó de una pantalla adentro de un piso compartido en algún lugar de Catalunya a una sala llena de un teatro de la calle Corrientes. Y ese mundo que escupió en la computadora es un mundo que sigue agitándose adentro de su cabeza. Un mundo excéntrico que no estalla todavía porque el gordo decidió dejar la ciudad catalana y mudarse a un pueblo en la montaña llamado Sant Celoni, porque ahí el gordo se instaló junto a su mujer y su hija y mas o menos la mente se tuvo que adecuar al silencio. Y porque a ese pueblo también se mudó su amigo, el de toda la vida, el de Mercedes y viven al lado, con sus familias. Y todo ese mundo mental tan desarmado y tierno y a la vez violento se acomodó en sus cabezas cuando una día, después de una madrugada de vino y marihuana, decidieron lanzar el proyecto. Y el gordo renunció a su columna en El País, a su columna en La Nación. Renunció a todo lo que limitara su escritura y charla va charla viene con el Chiri, nació Orsai en formato revista. Y nos lo fueron contando desde el blog, cada semana, sin filtro. Fue de a poco, que vamos a hablar de esto, que va a escribir tal, que va a dibujar tal otro, que laburamos entre amigos, que la vamos a distribuir desde acá, que sin intermediarios, que sí, por todo el mundo, que júntense los que vivan cerca y compren un pack de diez, que sí, aunque no se conozcan, que paguenla igual que 15 periodicos de un sábado, que tenga 240 páginas y ni un cuadrado tenga publicidad, que sí, que no es un invento, que depositen la plata acá, que contactate con tal, que la revista llega seguro, que no somos dos cuarentones hijos de puta, la revista está en la imprenta, que sí, que va a llegar, que si no la quieren pagar la colgamos en versión pdf, y para ipads y todos los soportes digitales que existen, que son más de 10.000 los lectores, que al final parece que nos creyeron, que esto tiene algo que no cierra, algo que está faltando, que sí, que son las pizzas de Comequechu, que tendríamos que comerlas mientras hablamos del contenido, que qué importa que esté en Mercedes, que sí, que lo traemos a España, que le ponemos la pizzería acá, en el medio de la montaña, ¿que no tenemos el horno adecuado?, que sí, que lo traemos de Mar del Plata y me chupa un huevo, que sí, que la revista la charlamos arriba de la pizzería, ahí, para controlar a Comequechu y sentir el olor de sus pizzas, que no hay nada que se le parezca a esa delicia, que sí, que la revista la hacemos así, porque a nosotros nos da la gana, porque nos bancan, en Perú, Buenos Aires y Costa Rica, que esto se va al carajo, que sí, que ponemos un señalador con un numerito, que sorteamos un viaje hasta acá, que así, el que gana se viene y se come las pizzas de Comequechu con nosotros acá en Sant Celoni, que te digo que se puede convocar a Seselovsky, y a Mairal también, y a Villoro y a Hornby, y por qué no a Castillo, que se puede así, cagándonos de risa, como cuando teníamos 20 años y cortábamos las revistitas a mano en Mercedes, así pero en otro continente, así a través de internet, la cosa se puede poner linda y el sueño de la revista puede traspasar cualquier barrera, cualquier prejuicio. Sin nadie en el medio, hablando de lo que queremos, convocando a la gente que siempre admiramos, que se puede concretar el delirio joder. Y se pudo. Y los dos primeros ejemplares están acá, en mi escritorio, uno encima del otro. Volaron 12 mil kilometros, llegaron a la libreria de Fernando, Fernando me avisó y fui a buscarlos. Son dos libracos, dos biblias, dos ladrillos pesados. Y el olor, el olor. Son la prueba física y tangible de que cuando las cosas se hablan sin filtro, cuando se deja el corazón en esas cosas que se hablan, aunque sean las 3 de la mañana y el sudor corra por la espalda, aunque el vino patine las palabras y el porro achine los ojos, las cosas pueden funcionar en serio. Como esta cosa de papel, que pesa más de 500 gramos, que cada vez que la abrís, querés quedarte a vivir, que cada vez que la cerrás decís: hijos de puta. Decís, yo quiero estar metida ahí en la sobremesa de cada nota entre Chiri y el gordo, ahí compartiendo un churro, descorchando un vino, escuchándolos. Ahí soltando el humo, manchándome los labios, apoyando los codos en la mesa donde nació esta revista hija de puta que cada día me quema más el cráneo y me acelera más el corazón pensando que tal vez esos planetas desconocidos, en algún lugar, ponele que existen.
Creo que ya era hora de hablar de Orsai.

lunes, 16 de mayo de 2011

Algo de la televisión argentina

Tener una tele en una casa de dos ambientes en donde no hay ni internet ni teléfono es un hecho aislado para alguien que tiene blackberry. Vivir durante 20 días en una casa en esas condiciones para alguien que no tiene blackberry es un gran acontecimiento. Mi amiga se fue de viaje y yo ocupé su casa. Mi amiga se relajó en Norteamérica y yo enloquecí en la calle French. Música tampoco había, más que un dvd que llevé yo de un concierto de fito paez que escuché más de una vez, por lo que se puede decir que la televisión fue mi mejor compañera. Y está bueno que asi haya sido, porque un tiempo prudencial de canales de aire ha logrado remover mi cabeza e impulsarme a analizar lo visto. Además, justo cuando me mudo a esta casa televisada se revuela el mundo: Se casan los príncipes, muere Osama Bin Laden, y beatifican al Papa. Con lo cual los canales de noticias cautivaron mi atención, no por la noticia en sí si no por las insólitas coberturas que realizaron poniendo a la cabeza a la caradenada de Cristina Perez forzando un british inverosímil y mostrando a la cámara los preservativos con la cara de William y Kate como si fueran el último tesoro del siglo. Y si hablamos de noticieros hablemos de Telefe Noticias que cada medianoche me sorprendía con un Pavlovsky resuelto detrás del escritorio, que hace chistes malos y que habla por encima de los trailers de las películas que anuncia como estrenos. Germán que confunde el rol de conductor de programa de entretenimientos con el de periodista del noticiero de uno de los canales con mas audiencia en la televisión argentina. Y bueno, la televisión argentina. De lo poco que he visto mucho puedo decir. Descubrí que Pamela David conduce un programa de noticias junto al gordito que me cae bien y que morirá siendo co conductor. Pamela David que en verdad no conduce, ella solo se banca los primeros planos y bate las pestañas cargadas de rimel tratando de convencernos de que por estar lidiando un panel es más que una cara bonita. No, Pamela, no way. También Federica Pais conduce uno del estilo en la televisión pública y verla me dio nostalgia. Fue encontrarme con su cara después de P.N.P y extrañar su risa descontrolada. Ahora es seria pero me cae bien igual, mucho mejor que su hermana. A.M no llegué a verlo porque A.M madruga más tarde que el resto de los mortales y yo ya estaba en la oficina. A veces, y porque lo de mi amiga está a 4 cuadras del trabajo, me escapaba en la hora de almuerzo a tirarme en la cama y en la tele, de fondo, se turnaba Luis Ventura y su patética cara de sabelotodo con la dupla de Listorti y Dumas que desde ese estudio horrible, me causan una tristeza tremenda . Los temas de este rubro: los mismos. La infidelidad de Juana Viale, el acoso a Losteau, la depresión de Mirtha, los últimos mamarrachos de gran hermano y cuando ya se quedaban sin nada: los fantasmas adentro del placard de Emilia Attias. La gente compra cualquier cosa. Igual, entre ver eso y la porra de un Julian Weich esquizofrénico agitando jugadores con cara de pokers, resulta difícil elegir con qué quedarse. Por la noche estaba poco así que del prime time solo vi 678 cuando pude porque a mi esos debates me siguen atrapando y cada intervención de los periodistas me contagia las ganas de informarme. Qué si son oficialistas, si ellos dicen ser oficialistas. Sus temas mas el documental que hizo Telenoche sobre el aniversario de la muerte de Bob Marley fue lo único que realmente me interesó de la televisión abierta durante los días hábiles. Ya más tarde, cuando volvía por ahí agarraba el final de los únicos de donde rescato las apariciones de Siciliani y los estrafalarios discursos de Nico Cabré que siempre me saca una carajada. La novelita de Echarri no me interesa, sencillamente porque no me agrada ver su constante ceño fruncido ni sus gigantes orificios nasales ni sus labios de cuero. Ese peinado engominado le queda como el demonio y ya me cansó su tono de voz. La que dan en el 13 ni idea, se que la protagoniza Gaetani y por eso nunca le di una chance. La única que iba bien era Contra las Cuerdas que con De la Serna al frente se llevaba todos mis suspiros. Ya cuando se me caía la cabeza, soportaba los noticieros de medianoche y con los ojos entrecerrados escuchaba a Fantino que todavía no entendí que tipo de programa conduce. Rescato a nivel ficción el nuevo unitario que protagoniza Julio Chavez no solo porque todo lo que hace ese hombre brilla sino porque la historia se la juega. Con solo el primer episodio adivino que la tira promete. Y así, El Puntero desplaza a Caiga quien caiga, que cada vez se la juega menos. Los domingos por la noche, queda claro, se ponen pulenta en el trece salvo que estés despierto para escuchar en el once al opinólogo del deporte por excelencia, el ex gordo Bonadeo que a mi me enseña un montón de cosas y no se por qué, le tengo un toque de aprecio. De todos modos mi estadía se termina justo cuando arranca Bailando por un sueño y Susana Giménez, dos productos a los que siempre es más saludable darles la espalda si se quieren conservar las neuronas así como están. Mucho mejor enfrascar la mente en alguna que otra entrevista política y volcarnos a evaluar las propuestas de nuestros candidatos a jefe de gobierno que no sé como nos dejarán las neuronas pero por lo menos las pueden poner en movimiento. Pongamos el dedo en el control remoto y escuchemos a esos hombres hablar. Si no, de última, abramos un comité de apoyo a la causa García Belsunce y quememos las neuronas inventando nuevas teorías que capaz hasta podemos sentarnos en la mesa de La Cornisa y robarle un poco de pantalla a Majul. No se, la televisión argentina, según lo que pude apreciar estos días, da para todo.

sábado, 7 de mayo de 2011

A veces pasa

Que la vida te agarra del cuello, que los días son uno más pálido que el otro. A veces pasa que te sentás a pensar en lo que pasó y te acaricia el alma o lo que no pasó y te haría tan bien, tan bien te haría. Son momentos que se pueden traducir en la palabra nostalgia, en esa puta palabra:

viernes, 6 de mayo de 2011

Ha muerto y así son las cosas

Pues sí.
Ha muerto Bin Laden.
Como decían los noticieros el primer día.
Muerto está Bin Laden.
Y el cuerpo no se muestra.
That´s not how we are.
No incitar a la violencia, no.
Son imágenes fuertes.
Sólo matemos al enemigo.
Como si el enemigo así se derrotara.
Mejor, cagalo a balas.
Y muerto está Bin Laden.
Se agolpan a las puertas de la Casa Blanca.
Y gritan los neones del Timas Square.
¡Ha muerto Bin Laden!
Como si así muriera el terrorismo.
Como si así dejara de existir Al Qaeda.
Cierto es que muerto está Bin Laden
Justo en la primavera musulmana
Justo cuando veíamos que Oriente
también se parecía a Occidente
Muerto está Bin Laden
Cuando empezamos a notar
que también los árabes detestan las dictaduras
que también ellos se manifiestan
y también repudian el poder descontrolado
Justo ahí, en medio de las revueltas,
los yankees vuelven a copar los medios
para recordarnos que había un enemigo,
símbolo de todos los males,
y que sus fuerzas armadas
lograron asesinarlo, así:
Ha muerto Bin Laden.
Así como anunciando
que gracias a ellos
el terrorismo ha llegado a su fin,
así como celebrando y dejando pasar
que todavía hay gente
que muere en Afganistán.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Lo que abril dejó

Si no ingiero glucosa ahora me muero.

Le tendrías que decir que no podés relacionarte con él ni sentimental ni genitalmente.

Me denegaron el formulario de la visa porque mi foto tiene Head Size Incorrect, ¿podés creer?

No da laburar con la novia de mi ex, posta.
¿Pero como es la mina? Primero, ¿es linda?
Tiene un culo tallado por los mismísimos dioses.
No me jodas.
Si, la ves y decís basta, basta de comprar en la máquina expendedora porque me hace mal.

Por favor, cuando nazca no le digas le voy a dar la teta ¿eh? Decí le voy a dar de comer.

Estas empanadas estás mas secas que la concha de mi abuela.

Me gustaría tomarme un año sabático de seducción. ¿Sabés como engordo y me dejo los pelos? El que me de bola va a ser porque realmente me quiere.

Dicen que el semen hace bien a la piel, saca los gases, que es muy bueno.
¿A si?
Debe ser un invento de los tipos igual.

La peor de todas soy yo que cada vez que entro a Farmacity me gastó mínimo 400 pesos.

La cabeza es la reina de todas las mierdas.

Yo creo que los viejos se tiran pedos y se hacen los que no se dan cuenta.

Para mi Spinetta es Dios y el Indio es el diablo. Una religión, boluda.

¿Y ese celular?
Me lo traje de Bolivia. Tiene tele.
¿Qué?
Sí, voy al baño con Los Simpsons.

Las ganas que tiene la remolacha de ser papa.
Y la batata también. Parece que vino fallada.

Todas esas novelas de la tele dejan mensajes de mierda.

Borra esa foto ya mismo que parezco Shrek.

No se qué onda el armonizador ese. Me dijo que tengo un espíritu obseso en la espalda.

Te paso el blog de la mina pero acordate que ahora está muy feliz y las minitas felices no son interesantes. Mucho mejor cuando sufren.

Hoy me fui a sacar sangre y mi vieja me regaló 2 remeritas de premio. Como para que no sea una boluda.

Bueno. Segunda noche consecutiva que sueño que soy lesbiana.

Ningún hijo mío tiene un don musical.
¿Cómo que no? Vos no sabés lo que yo bailo salsa.

Me llega al alma Sabina. ¿Vos escuchaste Calle Melancolía? Es un atrevido ese tipo.

Ella corrió una cucaracha con la mano. Es un superheroe.
Bueno, tampoco para tanto no pican.
Eh, eso y que muevas el Empire State con la mano para mi es lo mismo.

Me voy a ir al norte a respirar aire puro, a meterme la montaña adentro de la nariz.

¿Viste lo de Juana Viale? Es ninfómana, ya está.

Hoy estuve a punto de buscar a Rodrigo de la Serna por Facebook y decirle que lo amo.

Bancame que esta computadora es más lenta que la economía de Portugal.

Sos muy peligroso si decís que sos menemista.

Siempre sueño con tsunamis. ¿Sabés la desesperación que debe ser morir así?
A mi me encantaría. Siempre pido que alguna vez me tiren a la Garganta del Diablo.

Yo siempre me enganchaba con hippies sucios como para sacarlos de ese mundo.
Yo también pero para meterme adentro.

¿Ustedes sabían que hay un shopping adentro del Vaticano?

Yo estaba enamorada de William Arthur Pilip Louis.
¿Eh?
Del Príncipe Windsor. Te digo que estoy un poco afligida ahora que se casa. Cuando fui al Palacio de Buckingham pensaba: que salga, que salga.

A veces pienso en la persona que era y me agarra una angustia enorme.

Estoy peor que un aborto de renacuajo.

Tenemos un nuevo término: aporongada.
¿Y eso?
Cuando te apachurrás y no tenés ganas de hacer nada.
Okey.

Dieta Club me sigue mandando mails. Que se vayan a la mierda.