miércoles, 29 de diciembre de 2010

lunes, 27 de diciembre de 2010

Lo que se me fue ocurriendo

Ya no quedan más que días, días para que el año acabe o para que nosotros acabemos con el año. Hacer un balance, yo que se, me parece una tarea demasiado ardua. Pero volcar lo bueno y lo malo del año, así, vomitando pensamientos, me parece mucho más posible. Y se me ocurren lugares a los que fui (como Villa Ocampo, como El Camarín de las Musas, como La Castorera, El Konex, Despacio Martínez o el CCEBA), lugares donde el arte se respira, en el pasto, en las paredes, en el escenario. Y se me ocurren autores que me conquistaron, que hundieron sus libros en mi corazón (Felisberto, Onetti, Fogwill, Rulfo, Baricco, Aira, Keegan, Galeano, Falco, Vian, Lunardi, Kennedy Toole, Marechal), se me ocurren poetas (Casanova, Auden, Pizarnik, Benedetti, Vilariño, Girondo, Lasky, Bello, Pavón, Casielles), se me ocurren muertes (Saramago, Nestor). También se me ocurren ciudades como Nueva York en verano y barrios encantadores como San Telmo, su olor a garrapiñada, sus ferias, su tango en los adoquines. Se me ocurre la música que vi en vivo desde las crónicas del viento (Lisandro Aristimuño) pasando por Norah Jones, Russian Red, Onda Vaga, Trebian, Marlango, Kevin Johansen, Soema Montenegro, Fito Paez, Pablo Malaurie, Gabo Ferro, el brillante Drexler y el eterno Paul Mc Cartney. Se me ocurre la delirante banda El Kuelgue y la comedia musical Billy Elliot en Broadway. ¿Y el cine? Se me ocurren películas que me marcaron (Los juncos salvajes, Alta Fidelidad, Caótica Ana, Un hombre serio, Red Social, El hombre de al lado, Paco, Manhattan, Half Nelson, Plan B, Un hombre solo, The girl, Toy Story 3, Whatever works, Ojos bien abiertos y la primera escena de Anticristo). Se me ocurren cronistas como Leila Guerriero, Alejandro Seselovsky y mi amiga Melina Torres. Y por qué no blogs, si se me ocurren tantos como Una Pecera Gigante, como Orsai, como Tres Pies del Gato, como Bellas y Malditos, como Luna, Elefantes, Descarrilar, Pajaritos, Lo escribo por tu bien, como Once Sur y Tanto por venir. Se me ocurren ilustradores como Lucía Franco, Ana Carucci, Verónica Blejman, Estibaliz Hernández, mi amiga Maite Mutuberria, el consagrado Liniers o Alberto Montt, se me ocurren Bob London y Berto Martinez. Se me ocurren viajes, ilusiones, amigas, amores rotos y amores indefinidos. Se me ocurre el Tigre y las canoas, Chascomús y el atardecer. Tambien se me ocurre la Esma y todo lo que ahi adentro me desordenó la mente, me erizó la piel. La Esma y la memoria. Y se me ocurre el Museo Evita, la Fundación Proa, el Malba, Eterna Cadencia, Libros del Pasaje, la Biblioteca Nacional. Se me ocurre el Festival de Ciudades Paraleles y la Internacional de los Shopping Malls. Se me ocurre, también, la cena en el Teatro para Ciegos, la música, los aromas y el sabor de la comida con los ojos oscuros. Se me ocurre la soledad del invierno, la calle Guatemala, las empanadas, el pasaje Bollini y el Paseo la Plaza. Se me ocurre la vuelta a la vida de los mineros chilenos. Se me ocurre la ley del matrimonio igualitario, la democratización de los medios, la creación del Ministerio de Seguridad, la fiesta del bicentenario y la de los derechos humanos. Se me ocurre Cerati. Se me ocurre, en este momento, la posibilidad de tener la computadora en frente y escribir mi año revoltoso teniendo a mi jefa del otro lado de la mesa. Se me ocurre echar de menos Madrid y, sólo a veces, llorar.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Nada mejor

Comparto el hermoso mensaje que me regalaron ayer, en la "cena de las chicas copadas" que celebramos en mi casa junto a un grupo de amigas que quiero mucho. Del colegio, sólo una. El resto, la vida me las puso en el camino y el camino se llenó de flores.
Hicimos un amigo invisible modificado, ya que en vez de que te tocara una de nosotras, nos tocaba un artista y teníamos que llevar algo que lo represente. Luego, revolvías entre varios papelitos con los nombres de todos los artistas del sorteo y recibías el regalo de la persona que tenía ese artista de amigo invisible. Yo saqué el papelito de Joaquín Sabina y mi amiga me regalo un pequeño champagne para brindar y una hoja con este texto, armado en base a las canciones del cantautor español. Si cerrás los ojos podés escuchar la voz que se raspa, podés oler el whisky, el tabaco, podés leer:

Puede que uno tarde 19 días y 500 noches en olvidar un amor, o que improvisando mentiras piadosas nos perdamos por el tejido y erremos el camino.
Es posible que algunos hablen de Madrid, o prefieran vivir en una ruleta rusa, rodeado de brujas, princesas, embusteras y dulces hoteles.
Otros pueden haber perdido infinidad de abriles, ansiosos por recuperar ese eclipse de mar que les devuelva las ganas de por fin, amanecer.
Pero a ese cobarde que pide atreverse, y a esa tortuga que pide correr, le sobran los motivos para brindar por un nuevo año que comienza y por esta vida que siempre vale la pena vivir!
Chin Chin por el 2011 y por todo lo bueno que vendrá!

Justo a mi me toca esto ¿no? Como si Madrid y el amor que olvidar y los caminos errados no tuvieran nada que ver conmigo. Como si las brujas y las princesas tampoco.
Chapeau por mi amiga Piru, que es una de las cosas más bonitas que conocí este año.
Extiendo el mensaje para todos, para que, como dice el poeta: recuperemos ese eclipse de mar que nos devuelva las ganas de por fin, amanecer.
De corazón.

viernes, 17 de diciembre de 2010

A ver si entendés

Mi psicóloga agotó su paciencia:

A: "Vos sabés que soy muy dura"
yo: "Sí"
A: "Bueno, yo no te lo digo por decir"
yo: "Aha"
A: "Vos tenés que tirarte a la pileta porque la pileta tiene agua hasta acá"

Me tengo que dejar de joder.
Empiezo a prepararme para el zambullido.
¿OK?

martes, 14 de diciembre de 2010

Mismo idioma

Lo dice Liniers


Lo dicen los tailandeses


Lo digo yo:

MUERTE AL BLACKBERRY

domingo, 12 de diciembre de 2010

Restos que se arrastran

Estoy arrastrando cosas importantes: el peso de las muertes de mi ciudad,el repudio a la xenofobia, la orquestación encubierta de un conflicto social, el desamparo de los que habitan mi suelo, la violencia de los últimos días. Arrastro lo que me duele. Los episodios se desordenan. ¿La gente rara de Villa Soldati como la califica el gobernador porteño es rara porque es inmigrante, porque no tiene vivienda? ¿Por qué es rara esa gente, por ocupar un "parque" ? Lo raro para mi es que haya gente que se olvide que la inmigración de los países lindantes es la que nos permite movernos, porque ellos están atrás de la construcción, atrás de las obras públicas, ellos levantan las paredes, construyen una vía subterránea, limpian los hogares de la clase media, ellos ponen el cuerpo, como también lo hace gente argentina. Lo raro es no darles un lugar, no implementar una política habitacional, no incluirlos. Lo raro es discriminarlos, decir que cruzan la frontera de la mano del narcotráfico y la delincuencia. Lo raro es olvidarse que inmigrantes también fueron nuestros abuelos. Lo raro es seguir escuchando discursos sin pies ni cabeza, es desentenderse del caos. No es joda. Se están perdiendo vidas, se están dejando atrapar por mecanismos políticos oscuros. Lo importante me desanima y se hace difícil de arrastrar en estos días de finales de año. Ayudemos a los inmigrantes.

jueves, 9 de diciembre de 2010

La vida misma

Es una semana sensible:
El aniversario de la muerte de John Lennon (y toda su música que me desarma)
El bebe de mi jefa que decidió no respirar más (y toda la pena que veo en los ojos de ella)
La charla por skype con mi amigo el que vive en Madrid (y todo su mundo al revés)
El libro de Onetti que termino de leer acostada en una hamaca paraguaya (y toda la magia que desprenden sus letras)
La performance de Sergio Denis en la fiesta de la otra noche (y toda la nostalgia en sus pantalones negros con brillantina)
El encuentro con dos señores que de mayores no tienen más que la edad, un hombre y una mujer sabios, bellos, adorables (y toda la carga emotiva que traen desde España)
El video de Albert Casals que recién veo (y toda la ternura que transmiten sus palabras)
El año que llega a su fin (y todo lo que pasa y no pasa)
La vida que parece doblarse en el centro exacto de mi corazón.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

I love you John

30 años sin Lennon


Nunca amé tanto a un muerto.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Que queme


Dice Alex, el piloto de guerra de la serie (brillante serie) In Treatment que el miedo es como el fuego. Si lo controlas, calienta tu casa, cocina tu comida, pero si toma el control: te puede quemar, te puede destruir. Bien, pero el fuego está, siempre, nos acompaña, subyacente, tímido desde la leña de la chimenea o la hornalla del horno, el miedo también, ahí, abajo de la piel, está siempre. No tenemos que dejar que nos incendie, pero sí permitamosle al miedo que nos queme, como dice Alex, que nos hierva la sangre del cuerpo porque para eso vivimos, para animarnos a sentir. Y todo acto tiene que poder quemarnos para que el acto cobre vida, tenga sentido. O acaso Alex dice no, para controlar el fuego encierro a mi hijo en mi casa, no quiero que nada le pase en la calle. Alex no dice eso, alex quiere que se hijo salga, grite, discuta y se embarre hasta las rodillas con sus amigos de la cuadra. Alex quiere que su hijo se queme pero no se permite a si mismo, ni siquiera, acercarse a la llama. Es absurdo controlar el miedo porque todas las acciones implican alguna forma del miedo, todas. Sí que podemos medir la llama del horno o la cantidad de leña en una fogata pero el miedo no podemos medirlo porque está ahí, en el centro de las miradas de las personas, en el centro mismo del universo, está y no se apaga. A nadie le resulta indiferente, porque el miedo, como el fuego, nos puede dejar fríos y a oscuras si no sabemos enfrentarlo. Puede dejarnos vacíos si no lo reconocemos, aislados, pero no puede carbonizarnos. No lo controles, sólo identificalo en el hueco del pecho, en las pantorrilla endurecida, en la boca rígida y una vez que lo reconozcas, entero, pesado, caliente, animate a sentirlo. No creo que nada de lo que pueda pasar después, además de un pico de temperatura, termine incendiándote.

(Ilustración: Raquel Aparicio)

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Hacerla mierda

Para eso están. ¿Acaso alguien que la tenga no piensa lo mismo? Llega un día que sí, que se manda todo al carajo, que el calor del cemento quema demasiado los pies, que el encierro te corta la respiración, que el ruido de la calle te rompe los tímpanos y ese día la mirás, tan pequeña y reluciente, tan finita, la das vuelta, la odiás, la querés, la usas. Ese día te salva. Y yo que nunca antes había tenido una, de repente, me amigo con la relación de dependencia, me amigo con las nueve horas de oficina y sin pensarlo dos veces transcribo los numeritos, la fecha de vencimiento, el security code y aprieto enter. Esto no va a durar mucho tiempo, pienso, esto de vos adentro del sistema no va a durar mucho tiempo. Y espero comiéndome las uñas el mail con la confirmación de la movida repitiéndome a mi misma todo sea por las vacaciones, todo sea por las vacaciones. Ahí está, pues, ella, el cuadradito de plástico plateado, ahí, un objeto que duerme en mi billetera, que no pesa más que una pluma, el que me permite salir de la ciudad, atravesar la frontera y pisar tierras cariocas. Para eso están, la visa, la mastercard o la de cualquier banco, para satisfacer esas necesidades que tenemos en algunos momentos de nuestras vidas, para darnos un mimo cuando nos agarra el ataque. Sí, este es el momento de vivir, de no pensar en las cuotas ni en los reales ni en los gastos. Este es el momento de morder la banquina y estirar el pareo en la arena. Este es el momento de tomar una capirinha y convencerse de que comprar un pasaje a Brasil haciendo mierda la tarjeta de crédito es la mejor manera de arrancar el último mes de este año enloquecedor.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Petite Sabiduría

Ayer a la noche, comento en mi casa con voz fastidiosa:

- No quiero que arranque la semana.

A lo que mi hermana de 13 años responde haciéndome ojitos:

- Pensá que si no arranca no termina.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Cuestión capilar y/o existencial

Esas dos mujeres que soy. La débil, que quiere hacer que le crezcan las trenzas a todo el que la mira, como le pasa al chico de este comercial. La fuerte, la que se caga en los peinados de los otros, en si llevan un rodete, una colita alta o una trenza cocida. Esas dos mujeres que conviven en mi, la que está esperando que al otro le nazcan unas trenzas hermosas y a la que le da igual si el otro se queda calvo o con los pelos al viento, la que enamora a la gente que conoce y la que pasa desapercibida frente a los cabellos ajenos. Esas dos me componen, esas dos facetas de mi existencia desarmada que luchan constantemente en mi cabeza joven, en mi cabeza de pelo revuelto y atolondrado. La débil, la fuerte, la mierda che. Quién te iba a decir a vos, sí a vos, que la gente de BBDO te iba a hacer pensar así de profundo. Malditos creativos argentinos que al llevar a la pantalla una publicidad para vender una bebida como esta, trajeron a mi mente un sucundum de pensamientos encontrados. Que lo parió.

viernes, 26 de noviembre de 2010

lunes, 22 de noviembre de 2010

Ser un plomazo

Pienso q soy un plomazo. Cuando estoy en grupo, con mis amigas y hablan de las últimas hazañas de los participantes de bailando por un sueño, de los últimos escándalos, realmente pienso que para ellas soy un plomazo. No...no cacho, pienso mientras discuten sobre alguna pelea del mundo del espéctaculo y citan nombres que nunca en mi vida había escuchado. Por lo general me llamo al silencio y también pienso: menos mal que tengo otras amigas igual de plomazos, que como yo, carecen de cualquier tipo de información que tenga que ver con los bailes de la tele por la noche, que son pocas, pero que están ahí para hablar de cosas con las que estoy más familiarizada o cosas que despiertan mi verdadero interés. Esas amigas plomazo son mis amigas curiosas y el otro día dijimos: hagamos un grupo de estudio. Así que en el horario en que las televisiones estallen cualquier día de la semana, nosotras nos juntaremos a compartir la información que hayamos investigado. La temática para la primera reunión del grupo está por definirse: logias, medicina alternativa, mafias. Una vez escogida, tendremos que salir a informarnos. Valen videos, power points, gráficos de barra. Mis amigas plomazo suelen caracterizarse por ser además de curiosas, colgadas, con lo cual, espero que el entusiasmo no se nos atenúe y podamos juntarnos a aprender sobre ciertas cuestiones, ya que esto de ser un plomazo está empezando a gustarme.

martes, 16 de noviembre de 2010

Educar con un skate

Hoy recibí un mail con el link de este video.
Un ejemplo. Imperdible. Hay que verlo.

SKATEISTAN: TO LIVE AND SKATE KABUL from Diesel New Voices on Vimeo.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Algo nos une

Hace un rato, con una amiga, en el medio de un concierto íntimo, hablamos en voz baja con las cabezas apuntadas al escenario:

P- Mañana es la noche de los museos, vas?
yo - Sí, es verdad. Voy a ir.
P- Yo voy con Flor. Va a estar bueno.
yo - Sí, me acuerdo. El año pasado fui y me encantó.
P- En serio? Que bien.
yo -Muy bueno estuvo.
P- Todos los colectivos gratis viste?
yo- Sí, groso. (que fue lo que hice exactamente? ah, fui a la casa de Gardel, tocó una orquesta en la calle, con quién fui?) Boluda, fui con vos.
P: Si?


miércoles, 10 de noviembre de 2010

No lo comprendo

No...no soy capaz de comprender que hoy, ahora, en pocas horas, voy a estar sentada en algún rincón del Monumental mirando y escuchando a este señor.

Un beatle, ¿entendés?

domingo, 7 de noviembre de 2010

Domingo irreparable

Es un poco como sentir que se puede descomponer, como si fuera de plastilina. Es un poco como sentir que el corazón se está por desintegrar, que todavía hay alguna posibilidad de rearmarlo pero que también está la posibilidad de que se derrita. Es un poco así lo que me pasa a cierta hora de la tarde, los domingos, cuando tengo que soportarme sola. Ahora, por ejemplo, abajo del ventilador, esperando que el sol deje de calentar los edificios, esperando que el cielo se ponga oscuro y los párpados decidan cerrarse. Es un poco esa la sensación cuando por un minuto, iirreparable, aparece en mi cabeza algo de vos: puede ser tu mano agarrada a la mía, tu respiración, tu boca, tu guitarra o esa hermosa manía que tenías de abrazarme mientras dormía.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Pensándola

Es el abrazo que le falta. Su débil mirada de las cosas, del orden del mundo y de su desorden. Es el otoño en su cabeza, su pelo revuelto y enredado. Son sus ojos oscuros y su vida lejana que ella quiere alcanzar alguna vez pero que nunca alcanza. Es su domingo solitario debajo de ese árbol gigante que tiene el tronco sucio. Es su corazón abollado que no la deja pestañear en paz. Su sutil desprendimiento de los lugares y de las personas. Sus hombros caídos y sus huesos desarmados por la soledad que le pesa como un oso en la espalda. Su pequeña y gran incomodidad con su cuerpo recién abandonado. Su incertidumbre como una ola gigante que la aplasta. Esa ligera impaciencia que domina sus días. Esa memoria que la dobla y la desdibuja del mapa y luego le arranca la vida. Esa ridícula plaza que ya no le pertenece. Es ella, barro en el pecho, voz de cartón, la que mira la nada y extraña. Es ella, que estira la mano y todavía no, no puedo agarrarla.

viernes, 29 de octubre de 2010

Así te lo digo

Me voy a la plaza, te juro. Y fui. A las 7 de la mañana sali de mi casa. Tenia que verlo, palparlo. Murió Nestor Kirchner. Había paz, habia silencio, mensajes, banderas., cámaras. Murió un líder y eso no se tiene que negar. Que sí, que si se mira para atrás la transformación es grande y es positiva. Que el país estaba hundido bajo tierra y una aleta de pingüino empezó a tirar con fuerza, con mucha fuerza para levantarlo. Que al empezar a levantarse se abrazó a los vecinos latinoamericanos. Que la política se revalorizó y el espiritu contagió a los jóvenes. Que se hicieron cosas impensadas y pro-gre-sis-tas. Que la memoria, la verdad, la justicia. Y ahí atrás, moviendo los hilos, había alguien, ahí atrás alguien de andar desprolijo y ojos desordenados armaba un plan para el pueblo. Que sí, que hay que reconocerlo. Que si los pobres lloran y los ricos festejan, algo quiere decir. Que si no se aclamó más el “que se vayan todos”, y se enfrentaron ideas en las mesas de todas las casas, es que algo se despertó en la gente. No milito, no se un carajo de política pero se que lo que se implementó y lo que se suprimió es justo. Que queda mucho por hacer, claro, que sigue costando salir del lodazal, sigue pesando el barro que todavía cargamos en algunas partes del cuerpo. Pero que hubo un hombre que desparramó sin protocolo el corazón por un ideal, que supo colaborar con la integración de un subcontinente y de liderar un modelo de gobierno contra el poder económico, lo hubo. Entonces, que la historia lo demuestre y su ausencia deje huella. Hoy hay un féretro por enterrar, una Presidenta por consolar y una patria agradecida. Si no me creés, prende la tele.

lunes, 25 de octubre de 2010

Para arrancar la semana

El video de un tema que me tranquiliza, me limpia, me oxigena, me enamora.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Amiga y Señora

La cosa es asi:

Juana, mi amiga más churra, se casó. Y fue fuerte. Verla entrar de blanco, con la cara mojada y a la vez radiante, con la flor en el pelo y los ojos llenos. La canción que su papá compuso para su mamá en el día de su casamiento. El novio paradito y feliz. Los pasos lentos como de princesa y la sonrisa romántica. Llegó y se tiró arriba de su ratón, como ella le dice, de su Juan. Como si se estuviera por romper, él la abrazo y se quedaron así, varios minutos. Ceremonia, palabras sacerdotales, alianzas, oremos. Salieron chochos, marido y mujer, Juana y Juan. Besos y más besos para los novios. Fotos y claro, fiesta. Chascomús encendido, vibrante. Juana con su vestido de película, no me pega decía, no me pega. Baile incesante, huesos desparramados por toda la pista, música de escándalo. Juventud, divino tesoro pero somos grandes decía. Sí. Ya se puede decir que somos grandes. Baila el vals, tira el ramo, vuela por los aires. La misma Juana que canta, que duerme mil horas, que mueve sus rulos, que llora con lágrimas saltarinas, que se ríe con la boca enorme, que cacha todo, que dice bru cuando algo sale bien, que dice a la bolsa cuando algo sale mal, que usa mil anillos, que grita cuando se emociona, que dice campamento cuando sabe que algo bueno está por pasar, que dice buen día cuando ve un lindo chico, que dice estoy hecha pito cuando está cansada, que se rasca la garganta haciendo ruido, que mira los programas de cris morena, que dice querer actuar con cris morena, que usa ropa de muchos colores, que tiene un hemisferio izquierdo más desarrollado de lo normal, que dice hippie en vez de desbolada, colicoli en vez de mamá y mamosha en vez de aparata. La misma Juana levanta el ruedo del vestido, seca su bozo transpirado y camina por el salón a las siete de la mañana colgada del brazo de su marido. Se va del baile, de la noche, se va brillando. Es ella, la misma amiga que adoro, mi número free, mi cómplice y todo, la que se pone las orejas de Minnie y dice que sí en el altar, la que repleta de alegría saluda después de la boda y dice las quiero bajo las nubes del cielo de Chascomús. La Juana de siempre que ahora usa un anillo más pero de oro y que marca con una cruz el cuadradito casada en cualquier ficha que señale el estado civil. La misma.

A mi Juana del alma, como no iba yo a escribirle esta canción.

sábado, 16 de octubre de 2010

Aniversario

Hace un año que no te tengo, Madrid.
Y te extraño mogollón.

jueves, 14 de octubre de 2010

Al pelo

Que bien te vino este suceso porque el nivel de la tragedia era tal que la hazaña fue una gloria, un estallido de flashes y de abrazos y de besos. Que bien te vino estar parado en medio del desierto de Atacama con esa sonrisa plástica cocida en la cara y ese casco blanco que brillaba en millones de televisores alrededor del mundo. Tu cara, tu pecho inflado y tu país estrella. Que bien te vino San José, que bien Sepúlveda y los gritos al unísono de todo un campamento enloquecido. La mina, la roca, la profundidad, los 33 y la cápsula que asciende hasta el infinito, hasta la última estrellita de la bandera estadounidense. Que bien te vino todo eso para agarrar el micrófono y hablar sobre el primer minero rescatado aunque hayas dicho Ceballos en vez de Ávalos pero nadie se da cuenta, nadie, porque lo corrijo al toque, sigo sonriendo con la boca estáticamente abierta y después, habrás pensado, suelto todo el speech in english y los dejo muertos. Agarrar el micrófono y hablar al universo. Te vino bien, la verdad, ser el salvador que achica la distancia entre el hombre del bajo fondo y el hombre de la alta superficie. Así, con la política como espectáculo, la roca puede tapar las malas condiciones laborales de la clase obrera porque la victoria de la misión está por encima de eso, porque la superviviencia es histórica y porque hoy Chile se expande no por el derrumbe de una mina sino por el magnífico rescate intergaláctico que atraviesa la cordillera y llena la boca de todos. Te vino al pelo.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Lo bueno del facebook

es encontrar ciertos enlaces, fotos o videos que publican algunas personas.
Como este, que me resulta grandioso:

domingo, 10 de octubre de 2010

Todo lejos


Padre en Vancouver, Madre y hermana en Uruguay, Hermano en Jujuy, Hermano en Mar del Plata, Hermano en Puerto Madryn. Todos lejos. Y a mi que se me caen los mocos arriba de una cama deshecha. A mi, Buenos Aires. Todo adentro mio, además de la tos. Ya va a ser un año. Puta, un año sin Madrid. Todo lejos, allá, todo fuera de mí y todo adentro mío: lo perdido, lo descubierto, lo inexplorado. Junglas, adentro mío. Guirnaldas que cuelgan solas, en una pared, lejos. Guirnaldas que me pertenecen, en esa pared que se destartala. Despejar la mente, ahora, urgente. Bailar con los ojos cerrados, con la música fuerte, bai, lar, sin reparos, con la boca roja. La tos, la melancolía, lo que adentro pudre y lo que adentro mueve. La noche que entra por la ventana y toca las sábanas, la alfombra, los libros. Todo lo que lejos se deshilvana y a punto está de caerse. El frío, los pies descalzos, la forma de la soledad en el encierro. Aflojar el cuerpo después del silencio y por fin, rendirse el sueño lejos del mar, del norte, del este y de las ballenas. Dormir hasta que los músculos se ablanden y el alma se desparrame por las aguas de mi mundo dormido.

jueves, 7 de octubre de 2010

Escena de hermanos

Ella, 13 años, la ternura en la forma de moverse, el femenino aire en sus rasgos, apoya con desgano la lapicera en la mesa, aleja la silla, frunce el entrecejo, aparta las hojas de estudio y se rompe a llorar ruidosamente.
Él, 16 años, aire de macho argentino y chapas en el pelo, observa desde una distancia corta, entorna los ojos, mira para un lado y para el otro y comprueba con un dejo de lamento en los labios que es el único acompañante de la niña desconsolada.
El llanto sigue su curso.
El chico se acerca en silencio a la espalda de la hermana, pone su mano en el hombro de ella y con la voz de quien brinda un buen consejo, dice:
"Ponele huevos Male"

martes, 5 de octubre de 2010

Septiembre bajo el agua

Así nomás, sumergirse en una bañadera hasta el tope. Agua tibia, gotas de sándalo y por qué no, hidromasaje. Que sí, que septiembre fue un mes movido. Que sí, que de vez en cuando una se tiene que desvestir y transofrmarse en burguesa. No sabía, no tenía idea todo lo que implica el casamiento de una íntima amiga. Ideas, millones de mails, organizaciones, horarios, gastos y mucha energía. Agotamiento físico despues de una despedida de soltera a todo trapo, dolor de piernas, de cuello, de brazos. Encima, la dieta que nunca, jamás, es buena compañera de los días. Renunciar a las lays, a algun antojo dulce, uf. Adelgazar, por lo menos, un poquito. La búsqueda en todos los bolsos y las carteras, la pérdida irremediable del puto dni, las colas largas con el apremio del tiempo, con el estrés de un registro civil que espera la documentación pertinente para poder ser testigo de un casamiento. La llegada de esa amiga con la que te sentás a charlar y nadie te para, más despues de dos meses de no verla, el encuentro con ese amigo que hace dos años no ves y te desarma en una charla de café. El trabajo, si tu jefa se mete en un quirófano y se ausenta por 10 días, sumado a la inesperada visita del dueño de la companía, sumado a la obra de la oficina que te obliga a mudarte un piso y reordenar el escritorio. La terapia que te sigue clavando el puñal en cada sesión. La mudanza, claro, la mudanza de un departamentito de dos ambientes a uno de los grandes, el cambio de vivir con el silencio de una al ruido de 6 y varias teles. La recibida de mi hermano, su título de abogado a los veintitrés, sus pasos correctos. Septiembre, bendito septiembre. Frío, lluvioso, soleado, tremendo septiembre que se pudo salvar de mis garras gracias a los viajes en colectivo donde la lectura me llevó a los mundos bizarros de Vian y a los mundos tiernos de Onetti. Salvado también por la música de Paez en la Biblioteca Nacional, por la de Drexler en el Rex, por la escapada vital a un Chascomús primaveral, por una laguna enorme y un sol que se escondío mientras yo hacía la plancha en el pasto. Como hoy, adentro de la bañadera, disfrutando de las burbujas, del silencio, de la noche, desprendiendome de las contracturas del cuerpo, de la voz de tinelli, de las ideas, de los mails, de la convivencia, de la muerte súbita, los asesinatos, las rebeliones y de todo lo que sujeta mi vida más allá de los libros.

lunes, 4 de octubre de 2010

Lindo fotograma

de la película Plan B.

Yo la recomiendo.

viernes, 24 de septiembre de 2010

En el colectivo

Un chico le dice a otro chico:
- Estoy entre Italia o Francia. Todavía no me decido
- Que groso. Te vas el año que viene ¿no?
- Sí, creo que a Italia, mejor. Ahí están mis descendientes.
- Buenísimo, andate a Italia."

lunes, 20 de septiembre de 2010

Propongo soñarte

Te vi tan lindo desde ahi arriba, con tu voz y tus letras, pequeño, lejano, luminoso. Me gustás, pensé, me gustás todo. Porque escribis así, cantás así, brillás así. Me alivia esucharte. Quiero, no se, sentarme a mirar el mar con vos ahí, en una playa desierta, sin hablar, sin mirarnos. Mirar cómo fosforece el agua, tenerte al lado, con las piernas dobladas. Ya se, estoy en una edad en que las certezas caducan, ya se, estoy de paso, yo como vos, como todos, ya se, la vida no para, no espera, no avisa. Y en este silencio de noche cerrada y heridas abiertas, en esta noche que despide el invierno, aprieto los ojos, los puños: te entrego todas mis credenciales, te dejo mi polvo de estrellas, te bailo, te dedico mis millones de latidos con tal de agarrarte del brazo y caminar por Madrid en tu compañía.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Las Modificaciones de Él

Él quiso vivir 30 vidas pero ahora que se convenció de la propia, ahora que agarró su vida con las dos manos, ahora que puso quinta, todas las otras se fueron abollando, como un bandoneón, para transformarse en la suya, en esta vida que vive a fondo. Le costó. A los dieciséis años alguien le acercó un vaso de cerveza y le dijo que cada vez que se hiciera preguntas tomara un trago. Y él tomó. Arrastró muchos fantasmas, los sintió en la nuca, en la cara, en un perfil y en el otro, cargó con ellos pero no los miró. Tomó cerveza hasta que le creció la barba. Conoció muchas mujeres, agarró a una de la mano y pegaron juntos el estirón. Viajó pero no de turista. Se instaló en una ciudad alta, de un cielo inmenso y olor a jamón. Sirvió comida, sirvió café y cubatas detrás de una barra. Leyó mucho. Caminó a Santiago de Compostela. Se dejó el pelo largo, escupió su corazón y perdió el dinero. Se desprendió de su cabeza, la batió y se subió a un avión. Volvió y sus ojos se encontraron con alguien. Se enamoró sin siquiera pestañear. Lloró cuando el pecho le apretó fuerte. Lloró por no dejarla ir. Buscó consuelo en la oscuridad de su cuarto, en los libros, en la cruz que colgaba de su cuello. Se desbordó de tanto pensar, tocó el cielo, tocó el infierno y un buen día sus fantasmas lo atraparon. No te hagas más el boludo, dice que le dijeron, registranos. Y salió disparando a la iglesia más cercana. Dando pasos lentos, silenciosos, se acercó una monja, anciana, que le dijo basta, ella te va a entender. Y sus ojos no pudieron contenerse, sus ojos se llenaron de agua y quisieron irse, pero la voz de esa mujer retumbó su mente. Entonces, pudo. Armó su bolso, dejó a su novia, entró a una casa y se quedó a vivir. Soy yo, pensó, el mismo.Soy yo, pensó, y se descascaró la piel. Los fantasmas se metieron todos adentro de su cajón peruano y salen de vez en cuando, en forma de ruido. Salen de su voz que canta, su voz que enseña y de sus ojos claros. Así vive, hablando, leyendo, cantando. No tiene celular, no tiene internet. Él tipo funciona igual y saca de su bolso su evangelio subrayado. Como Jesús, dice, ahi vivimos como vivía Jesús. El tipo duerme a veces en esa casa, a veces en las villas, el tipo va de provincia en provincia. Él tipo reza y lee, lee hasta cansarse. Duerme. Ya no tengo más insomnio dice, ya no siento la piedra en el pecho. Me despierto y digo gracias, porque esto me llena, esto que hago me gusta. Dice que su vida es esta, su lugar es este. Dice que igual tiene una confesión y entonces inclina la cabeza en un bar donde las luces son muy luminosas y la gente muy apagada. En realidad tengo dos vidas. Dice, sí, tengo otra más. Allá, en Madrid, dice. Camino cagado de frío, con el montgomery sucio y las mejillas rojas. Camino por las calles de adoquines y fumo uncigarrillo sin tener ganas de fumar pero pitando fuerte. Camino de noche cuando ya no queda nadie porque una mujer me dejó o porque yo dejé a una mujer. Camino enredado hasta que doy con un bar de los cutres y me siento en la barra a pedir una caña. Que digo una caña, pido un vermouth. Apoyo mi libro gastado, medio polvoriento y en soledad, apuro el trago para matar ese hielo de adentro, el que nunca, pero nunca en serio, deja de enfriar.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Mail laboral (no inadvertido)

Desde un laboratorio de doblaje me escriben:

Hola Macarena,

Es un gusto saludarte, espero que estés muy bien.

Te escribo con una consulta de traducción. Como saben, la película “Isn´t She Great” trata sobre una autora que escribe sobre el sexo. Esta película tiene muchas palabras fuertes que hemos suavizado. Sin embargo, al final de la película, la autora está muriendo y su agente le dice que el editor de Londres sólo publicará su libro si elimina la palabra “fuck” o “FODA”. Tanto en inglés como en portugués, esta palabra tiene un doble sentido. Puede referirse a sexo o a molestar, fastidiar o complicar a otra persona. Ella decide enviarle un telegrama diciendo: “Então ele que vá se FODER”, es decir, que ella no permitirá que esa casa editorial publique el libro.

Quisiera preguntarte si estás de acuerdo en dejarlo o si prefieres modular la palabra.

Quedo a la espera de tus comentarios.

Gracias y saludos

lunes, 13 de septiembre de 2010

Yo le decía

"I can´t believe you are you"

A George Clooney, en medio de un baile griego, con las manos arriba, en mi sueño.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Están pasando cosas raras

Además de que Santa Rosa es la protagonista de la semana y de que mi paraguas no da mas pero lo quiero seguir usando así, con los palitos rotos y la bandera de españa en todo su esplendor, no se, de repente me entero de que en la empresa están poniendo un sauna, ponele. O de que a mi hermano le operan el pectoral porque tiene un pecho más desarrollado que el otro. Ponele que me mojo todos los zapatos y ando todo el día descalza en la oficina. Y lo del sauna, como que no. Y encima leo en dos días los pichiciegos y es un palo en la nuca, tuc. Y me junto con mi amigo el que vive en París y me deslumbro y la moza, listo, me tira toda la copa de vino arriba de la camisa pero no me importa porque estoy al lado de mi amigo, el que se vuelve a París, el que todo. Y me empapo y camino igual porque no pienso pasar la hora del almuerzo encerrada. Y a la noche voy al cumple de esta amiga que para mi se llamaba Pía pero la madre trae la torta y veo que las letras decorativas dicen: Ana y digo ¿Ana? Bueno, está bien. Y el numero 27 así: 20 yciete, con c porque no quedaban, en ese lugar, eses, ni pes parece. Y después me entero de que esta madre rara fue profesora de natación de mis tres hermanos en mi casa de palermo, sí, la que pone un nombre en la torta de cumple de su hija, por más que no sea su nombre. Y también me entero de que otra amiga fue a ver a dancin mood y pensaba que el público gritaba racing club. Entonces salgo bajo la lluvia con mi paraguas destartalado que me niego a tirar y llego y escribo este post y digo wow y digo: uy, la psicologa. No te olvides de la sesión de hoy con la psicóloga. La histeria, la densidad, los miedos. Bueno, te la debo. El jueves que viene charlamos y te cuento, que no me olvide, del sauna en la oficina, de la torta con otro nombre, de racing mood y del paraguitas rojo y amarillo que yo que se, se cae a pedazos pero me gusta llevarlo por la calle, cubrirme con él y saltear los charcos, o no, total después me saco las chanclas y trabajo a fondo, pero en patas.

martes, 31 de agosto de 2010

Puertas que se cierran

Cerrar da mas miedo que abrir, porque la ilusión, cuando se cierra, ya está muerta. Uno ya conoce lo que vivió, ya pasó la prueba y por eso pesa la puerta que se cierra, por saber que lo anterior ya no nos pertenece más que en los recuerdos y que lo viene es una incógnita. Está bien, la vida se trata de abrir y cerrar puertas, de animarse a entrar y salir. La vida se trata de llorar cuando algo se abandona, de sentir el corazón más frágil y los días más pálidos. No pasa nada. No pasa nada si después estiramos la mano y abrimos otra puerta y otra y otra más. Si dejamos de esperar el ascensor y subimos corriendo por las escaleras. Entonces, Guatemala va a poder repetirse con la misma ilusión y la misma fuerza, con la misma carga energética con la que llegué aquel verano pasado. Es cierto, la huella queda, porque nunca va a dejar de ser mi primer hogar donde sola, aprendí a quererme. Por más que ya no sea más que una calle de adoquines, entre malabia y armenia, una calle calma que me abrazó fuerte, por más que ya no no me guarde, antes de cerrar puedo suspirar mansa y sanamente, porque con mis pájaros enfermos y mis cables enredados, con la música y el sol en la ventana, Guatemala me enseñó a quererme, más allá de la densidad de los días.

viernes, 27 de agosto de 2010

La terapia no sería terapia

Sin un golpe como este:
"Tenés un touch de histeria que te queda lindo"

jueves, 26 de agosto de 2010

No Macri. En serio.

"Vos no podés tomar algo que no es tuyo, como una escuela. Vos podés, a lo sumo, tomarte una Coca Cola que tenés en la heladera."

miércoles, 25 de agosto de 2010

Por esto me gusta Bolaño

Aún hoy, cuando enciendo la tele, por la tarde, cuando ya no tengo nada que hacer, me parece ver en la pantalla a la joven delincuente que una vez fui pero la visión no dura mucho, sólo el tiempo que tarda el aparato en encenderse. En esos segundos, sin embargo, puedo ver los ojos de la persona que yo fui, puedo ver su pelo, sus labios desdeñosos, sus pómulos que parecen fríos y su cuello que también parece de mármol frío y cuya breve visión consigue casi siempre helarme.
Una novelita lumpen

domingo, 22 de agosto de 2010

Agárrate fuerte a mi


No puedo dejar de amar esta escena.
Quiero bailar con mi papá, toda la vida.
Como Ana, al lado del mar.

viernes, 20 de agosto de 2010

Que va a hacer


Lloro. Estos días lloro mucho. Me siento en un banco de la plaza a la hora del almuerzo y lloro, me acuesto en la cama con la luz apagada y lloro. Todo me provoca lágrimas. El abrazo de él, el verano allá, todo lo que ya no tengo. Y da calambre, porque lloro a lo Girondo, con la nariz y las rodillas, a chorros, por la boca y el ombligo. Lloro a lágrima viva. A veces mas desmedida, otras recatada, el llanto es llanto en todas sus formas. No me gusta dramatizar pero me pongo esa canción, a esa hora y a oscuras y la angustia parece martillarme el pecho, parece querer romperme y atravesarme. Y digo basta, no te banco, así no se puede. Pero lamentablemente es así porque soy mujer y tengo ese tanque de agua interno que se va llenando de a poco hasta que en un momento, desborda, estés o no menstruando, estés o no echándolo de menos, estés o no susceptible. No hay mucho que hacer más que mirar a los ojos a ese fantasma sensible que toca la puerta a cualquier hora, abrirla para no tragarlo, hacer lugar en los pulmones, empujar el diafragma, apretar los músculos y llorar. Buscar un hombro amigo o meter la nariz en un pañuelo es una buena manera de minimizarlo, pero el llanto, llanto es y mujer soy y seré.

Escuchar para entender

miércoles, 18 de agosto de 2010

Porque el presente es eterno, ella duerme. No se preocupa, no se detiene. No hay por qué peinarse el pelo, cepillarse los dientes. Ella duerme. Se desprenden de sus vértices, de todo su cuerpo, unas alas, unas mágicas ramas, como guirnaldas. Y ella duerme. Son sus sueños. Se desplazan, se estiran, se superponen hasta llegar a un río. Se lanzan al agua, chapotean como niños y vuelven, mojados y libres a habitar de nuevo su mente. Ella duerme, porque no hay futuro, porque sabe que los ángeles la sostienen y que ahí, en esa nube que flota, nada pasa, nada duele. Y así, desprolija y eterna, sueña que en su vida, ella duerme.

(Ilustración: Bam Bam)

sábado, 14 de agosto de 2010

Aunque haga frío

Tiene sentido, por más que el frío traspase los huesos, salir una noche en Buenos Aires. Tocar el timbre de la casa de esa amiga que hace poco vivía en Barcelona y cruzar la calle juntas, pero a destiempo. Entrar al Cervantes y sentirse adentro de una película. Subir las escaleras y que un hombre de traje te abra una puerta, la número 20, y te sientes en una silla adentro de un palco. Que lean un hermoso texto de Rodolfo Walsh y que como el frío, te traspase. Ver, luego, como el excéntrico mosquito sancineto invita al público a participar y arma, con su equipo, 3 improvisaciones del carajo. Que todo eso sea gratis, gratis, gratis. Escuchar, al final, la emoción en la voz de una hija de desaparecidos que encontró a su hermana y la tristeza, en la voz de otra hija que sigue buscando. Diez años van, los chicos del teatro por la identidad. Tiempo. Cuánto tiempo más pasará y cuantás abuelas seguirán muriendo. Pensar cómo mierda no les dan el nobel de la paz. Retirarse y adorar los techos altos, los que echa de menos Martín Hache. Saber que tu amiga está feliz y que te diga con nubes en la boca: Me encanta Buenos Aires, antes de colgarse de tu brazo. Caminar y saber quien soy, mientras cruzo la nueve de julio. Pasar por lo de mis padres, al finalizar la noche, y asomarme al cuarto de mi hermano que duerme y ver que en su mesa de luz lo espera ese libro biográfico. Ya era hora, muchacho, me dan ganas de decirle, ya era hora que entendieras algo de la vida de Ernesto. Entonces, rememorando pienso, cuánto sentido tiene salir una noche en Buenos Aires.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Central Park

Hace unos días, cuando las nubes cubrieron el cielo de Nueva York.

domingo, 8 de agosto de 2010

Dar el salto


Querer viajar. Toda la vida. Desplazar el cuerpo hacia otros lugares, renovar los aires. Con un libro bajo el brazo, unas gafas de sol y una máquina de fotos. Al mundo, viajar al mundo y que sin darte mucho cuenta, París entre en tus ojos. O que entre una montaña roja o una orilla redonda de una isla española, la arena blanca de la riviera maya, las nubes de brujas o los neones de nueva york. Que se llenen los ojos de todo lo que captan nuestros pasos dentro y fuera del mar, de los rascacielos, los parques, los lagos mansos, lo antiguo, lo kitch, lo contemporaneo. Que dejemos de desvelarnos a cualquier hora de la noche con el pelo revuelto y el pensamiento incómodo, sentados en el medio de la cama, luchando con la inconformidad de los ajustes. Que nos animemos a mover la frazada y de una vez por todas saltar adentro de un auto o un bus, un tren o una moto, un barco o un avión, saltar y trasladarnos fuera de la ciudad, fuera de nosotros, fuera de la respetable sociedad, hacer volar nuestras mentes y ablandarlas, total, no todos vamos a dar el salto al mismo tiempo y la tierra quebrarse no se va a quebrar.

(Ilustración: Izzy Klingels)

viernes, 16 de julio de 2010

Opinión

Porque una persona homosexual es lo mismo que una persona heterosexual, asi como los negros son lo mismo que los blancos y los kiosqueros que los escribanos, porque el derecho del matrimonio excede al género, porque las familias pueden ser consideradas como tales no importa el sexo de los padres, porque las condiciones sexuales de un ser humano no afectan su calidad humana, porque los niños tienen que ser criados en una casa donde tengan amor, comida, educación por sobre todas las cosas, porque el derecho de adopción está por encima de la iglesia, porque la Constitución protege a los todas las personas por igual, apoyo la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo.

martes, 13 de julio de 2010

La de la sonrisa luminosa

Ella se pone contenta y salta, se muerde el labio inferior, sonríe con la boca estirada y los hoyitos en cada una de sus mejillas, sus ojos brillan, sus manos se juntan y su mirada se clava en el centro de las pupilas del otro. Ella también se concentra y seria, inclina apenas la cara, con el mentón casi tocandole el cuello y abre grandes los ojos y si lo que escucha es bueno, alza las cejas, si es malo, mueve sus labios a una esquina de su boca en forma de beso. Si llora se queda sin aliento, se le sube el pecho a la nariz, se le hinchan los ojos. Si ríe mueve los omóplatos, la cabeza, la boca y la garganta, hasta su pelo negro. Ella cuando camina, vuela, cuando respira, baila. Ella no levanta la voz ni frunce el ceño, ella grita desprolijamente cuando se exalta o arruga la nariz cuando se sorprende. Ella estira sus pies y hace sonar cada uno de sus dedos en el parque del retiro, en la plaza san martín o en la hamaca paraguaya de cualquier rincón de buzios. Ella va al mar y vuelve, enreda su pelo y se lo acomoda, con horquillas, detrás de las orejas. Ella inhala, traga y sopla, luego, buenos vientos. Abraza, contagia, encariña. Ella dice: bueno y aprieta los labios. Bueno, antes de soltar su pimera lágrima. Bueno, antes de soltar una cadena de largas carcajadas. Ella es guapa, es alegre, es serpentina, es multicolor. Ella, además, ilumina los momentos escondiendo el ojo detrás de su cámara, captura todo tipo de momentos y los hace bellos. Ella, además, escribe y se hace llamar Miranda. Ella es guapa, multicolor, ella es suave y explosiva. Ella mola mogollón y es mi amiga. Hoy, hace 27 años que flota por los aires. Hoy, garota de mis amores, te dedico entero, todos mis cojone y cada arteria de mi corazón.

jueves, 8 de julio de 2010

Recórcholis


Nunca se qué es lo que voy a escribir, por más que piense esforzadamente. Agarro una idea que se desplaza como espermatozoide por mi mente, la aprieto bien fuerte con el índice y el pulgar, la tengo sujetada un tiempo y de repente, como una mojarrita inquieta, plin, se desprende y escapa a las corridas. La tengo ahí pero no llego a darle forma, no llego a profundizarla, entonces me muerdo los labios y pienso: puta, era buena esa. Pero se va, se va inevitablemente porque mi cerebro es como una mochila mal cerrada o como, valga la redudancia, una puerta entornada. Me gusta, sin embargo, que corra ese aire, que fluya cualquier cosa por ahi adentro y que salga. Me gusta imaginarme mi cabeza como un cuarto oscuro y al prender un farol descubrir que conviven ahi adentro moscas y flores, harina y engrudo, ripio y asfalto. Porque la mezcla es encantadora, las calles vacías y a dos cuadras bulliciosas, las risas que de tan ciertas provocan lágrimas. Poder cruzar la vereda a mi antojo, cruzar el océano. Yo que sé. Me gusta la boca de Tevez y la nariz de Peretti. Los días nublados me encantan. Me gustan los niños y los ancianos, o todo el que sea anti escrúpulos. Me gusta la extraña manera de desenvolverme y la vida que me hunde de a ratos y de a otros me empuja con fuerza la espalda. Será que simplemente, me gustan los momentos.

jueves, 1 de julio de 2010

Alguna vez

me gustaría comenzar el día así:

martes, 29 de junio de 2010

Dejarte



Abrazarme a mi misma, apoyarme en una pared fría. Buscarte, amor, y no encontrarte. Resbalarme en la calle. Masticar arena y escupir trozos de vos. Abrir la mano y cerrarla, ponerme en puntas de pie y caer. Divisarte en mis sueños, torcerme. Rápido, decime: ¿con qué funda te tapo, con qué voz? Decime che, en serio, cómo se hace para dejar de raspar ahi adentro, donde vos entraste y apoyaste tus gafas, donde vos dormiste, donde laten, sin remedio, tus gestos. Cómo se hace para soltar definitivamente la mano de tu dedo, para no salir disparada y correr hasta el fin del mundo. Cómo se hace, dale, para olvidarme de vos.

(Imagen: María Cerezo)

jueves, 24 de junio de 2010

Se animó a decirlo

Después de 4 profundas sesiones, mi psicóloga me miró a los ojos y en un tono ligeramente sutil me dijo:
"Me da la sensación de que no estás bien"

Me di cuenta de algo

El proceso de la escritura narrativa es similar al proceso de la depilación, sólo que uno es mucho más lento que el otro, y el otro es mucho más violento: para tomar la decisión de depilarte, primero te percatás de que estás llena de pelos, después calentás la cera, agarras la maderita, la untás en el recipiente y te embadurnás, ponele, la axila. Cuando se endurece la sacás de un tirón, zas, y tirás el bollo, luego te examinás de cerca con el brazo en alto, frente al espejo y ves que sí, que todavía hay que retocarla, entonces plin, sacás la pinzita y arrancás los últimos pelitos casi invisibles hasta dejarla limpia y blanca. Para tomar la decisión de escribir un cuento, ponele, primero te percatás del montón de ideas que atraviesan tu mente, después abrís el cuaderno, escribís sin parar, como un gran vómito de letras y recursos desprolijos. Cuando se te cansa la mano, estiras los dedos, parás un poco y lo lees para tus adentro y ves que sí, que todavía queda mucho por retocar, entonces plin, agarras la birome y tachás o pones asteriscos y agregás frases o escribis nuevas ideas en los márgenes de la hoja hasta que te decidis a tipearlo en el word y finalmente (después de varios días de leerlo y modificarlo y volverlo a leer) tu cuento queda limpio y ordenado en la pantalla de la computadora. El sufrimiento en las dos situaciones existe, solo que la cera nos hace doler de manera fugaz y el cuento duele, duele, duele, de manera prolongada.

viernes, 18 de junio de 2010

Me gusta el fútbol

Y más después de este partido, claro.

miércoles, 16 de junio de 2010

De aniversarios complejos

Como para que me acuerde de que ya no hay sol veraniego, de que las condiciones climatológicas que acompañaron mis cumpleaños en España ya no son reales, como para tocarme ahi en el medio del pecho: TRUN, la tormenta. Ni viernes, ni sábado ni domingo, ni amapolas ni parque del retiro: lunes de impermeable con capucha para protegerme del aguacero. Ni caipirinha ni Malasaña: computadora y oficina en obra en pacheco de melo. Ni Gran Vía ni Vallehermoso: las mojadas baldosas rotas de la calle Austria. Son 26, son corazón agujereado. Son dos números fuertes que traspasan la barrera de los veinticinco, son la verdadera interrupción de la inocencia. Ya no sos una nena, retumba la oración en mi inconciente. Ya no se quiebra el amor, está roto. Y admito que nubla la idea de agarrar la herramienta y soldarlo, admito que frustra. Pero estan ellas, en esos momentos y en otros. Las bellas mujeres de mi ejército, benditas almas de colores: la que baila y me tienta, la que saca fotos y me endulza, la que imita y me descuartiza, la que filma y me deslumbra, la que cuelga de una palmera y me hace un lugar a su lado, la que duerme la siesta y me haragana, la que acomoda en un circo y me abraza. Bajo la lluvia de junio y parada justo en la mitad del año, pienso en cuanto las quiero. Existencias que alguna vez la vida me llevó a concerlas, de niña, de adolescente, de adulta. Madrid, Berlín, Buenos Aires. Presencias que cerca, me alivian. Después de 3 veranos afuera, tenerlas rodeando mi mesa enclenque, sentadas en el piso con las piernas incómodas, escucharlas reírse a carcajadas, verlas tan pero tan luminosas, es un golpe de felicidad. Yo no pido 3 deseos cuando soplo las velitas, pido uno. El deseo es "pedirlos después". A veces me acuerdo, otras no. Todavía me quedan dos. Y si ellas le han puesto el cuerpo a ese lunes húmedo para acompañarme, yo tambien me inflo y me fortalezco. Yo pido que uno de los deseos sea seguir teniendolas cerca, porque seguro que de la mano de ellas, tarde o temprano, vuelvo a florecer.

lunes, 14 de junio de 2010

miércoles, 9 de junio de 2010

lunes, 7 de junio de 2010

Ella aprende

Ella empieza una semana normal, entra y sale de la oficina a la misma hora de lunes a viernes. Ella prepara comida en un tapper, espera en la parada del colectivo, proclama los buenos días, se sirve café y aprende: a hacer listados en excell, a manejar la jerga del mundo de las películas, a hablar con productoras extranjeras y clientes premium, a bajar fotografías primicia de natalie portman en su last film. Ella esconde en ese ámbito sus pensamientos y tapa con una mano sus ojos cansados y con la otra tapa las humedades de su corazón. No me quemen pareciera gritar con cada gesto delicado, no me quemen. Ella quiere refugiarse y a la misma vez escaparse. Está bien. Te agrega una fila más en la planilla del excell, pero por más pesada que sea la cáscara que la recubre, la suelta y por un momento, camina sola a la terraza del centro cultural recoleta. Se pierde entre la gente que admira a Leonor Watlinng y esucha no solo su voz, sino tambien la de Fito Paez que toca para ella, canta, toca y entrega un furioso pétalo de sal. Y por lo menos con eso tira y con eso, piensa, el mes puede empezar a oler diferente. Junio, tal vez, se llene de flores y alguna, capaz alguna, se intale en el pecho de ella y desinflame de a poco las heridas. Seguramente así, lanzandose al abismo por impulso, escapandose de la rutina, ella pueda destaparse los ojos y la pena, ablandar el alma y jugar con un fuego que no queme. De aprender se trata, que por más ajustado que sea el nudo, siempre hay una forma de desatarlo. Ella, al menos, se puede permitir imaginarlo.

viernes, 21 de mayo de 2010

Mediodía para no olvidar

Voy a hacer ravioles, dice el después del sexo, pero no se levanta de la cama. Ella le acaricia la nuca, él envuelve con sus pies los de ella. Entra algo de luz por las rendijas de la persiana. ¿Será feo dia? Ojalá, dice ella, y le da un beso en la boca. Me gusta el olor de tus labios. ¿Nunca te lo dije? Debe ser el tuyo, le dice él sonriendo. Y cuando termina de darle otro beso, ella se incorpora. ¿Pintamos? Y a medio vestir se dirigen a la cocina para hervir el agua y cortar la cebolla y el tomate. Mientras tanto, toman decisiones. Todas las paredes de un color diferente. No! Solo las del cuarto. Y entusiasmados se sientan a comer los ravioles, pinchándolos con sus tenedores dentro de la cacerola. Tendríamos que comprar platos antes de la pintura. Ella se encoge de hombros. Me hago pis. Él levanta la mesa y lava. Cuando entra en la habitación la ve, acurrucada horizontalmente en la cama, como desinflada, sobre las sábanas arrugadas. Ahora que las persianas están subidas hay demasiada luz y su piel parece más blanca. La ventana abierta resopla la brisa de la tarde y nada se mueve, solo el viento despeina ligeramente el flequillo de ella y eriza la piel de su cuerpo que parece de niña. El se sienta en el borde y se inclina para besarle el perfil izquierdo pero se detiene al verle un brillo en la mejilla, una lágrima débil que se animó a caer, indiscretamente y sola. El corazón de el se achica, se seca y se emociona al verla tan hermosa, tan pajarito enfermo y a la vez, tan suya. ¿Qué pasa? Te extrañé. Ya estoy acá. Nunca más te vayas tanto tiempo. Y mientras le acomoda el pelo atrás de la oreja, le susurra al oído: Te lo prometo.

lunes, 17 de mayo de 2010

Indefinido

De ser nadie pasaste a ser alguien,
de alguien a ser vos
y de vos a nosotros.
Hoy, que ya no sos ese nadie, ni ese alguien,
ni vos, ni nosotros,
sos, simplemente, una sombra que se desliza
aquí o allá, un pequeño fantasma
que guardo adentro de mi boca oscura.


miércoles, 12 de mayo de 2010

So fucking true

Ni García Bernal, ni Depp, ni Clooney, ni Pitt.
Matthew Fox o Jack Shepard, da igual:
Es el hombre más perfecto de la tierra.
He dicho.


martes, 11 de mayo de 2010

Visión nocturna

La señora se tropezó y cayó en una esquina de la avenida Santa Fe. Ahhhhhhh, gritó desde el suelo y ahí la vi pegada al asfalto. Tuve que parar a los autos para que no la pisaran. Ella no podía levantarse, no quería llamar a la ambulancia ni preocupar al marido. Ella quería quedarse ahí acostada, no pensar en resolver nada. Pertenecer a la tierra, desentenderse de la gente solidaria y de las luces de los autos. Morirse, tal vez. La vejez, la inevitable y puta vejez. Los huesos rotos, las venas frías, la voz pequeña. Es un trauma. Qué hacer si no hay manera de prevenirnos. Es un trauma de los grandes. Y la señora es como un pájaro con las alas rotas o como un perro suelto en la noche. Y yo me veo así, como pájaro herido, me veo débil en cualquier esquina sin siquiera voz para pedir ayuda. Me veo muda y con los ojos cerrados, atravesando una calle oscura. Sola, descalza y encogida, adosada al suelo, tratando de hundirme o dejando, simplemente, que la muerte me rescate y con un mediobeso me pase una rueda por encima.

jueves, 6 de mayo de 2010

Pequeño episodio catártico

No se, me mandé al open dc de la facultad de palermo, así, sin pensarlo. A un taller de arte urbano. Para sentir que hacía algo, y porque era gratis.Pero bueno, me fui al carajo. Sentada en el auditorio de la sede de Jean Jaures viendo slides de la historia del graffiti y escuchando a dos profesores que se peleaban por hablar y que repetían cada dos frases la palabra reminiscencia, me maldije. Me odié. Quise escapar y me quedé ahi atada al asiento, fingiendo interés por las pintadas callejeras y sus influencias hiphopperas. Surreal fue lo primero que pensé al salir de la facultad. Hacía frío y enfilé para mi casa. Ni cociné, tenia una ensalada ceasar preparada, con lo cual ni siquiera maté el tiempo cocinando. Me quedaba mucha tarde por delante, mucho miércoles. La tarde vacía me pesaba en el cuerpo, tanto, que me tiré en la cama. Abrí El llano en llamas pero Rulfo no pudo seducirme. Ordené un poco la casa pero ya no había forma de tapar al monstruo. Era como el humo negro de lost adentro de mi cuerpo, incontrolable. Iba a explotar. Me acordé de mi amiga D. , esa que en un ataque de ocio casi se rapa pero no encontró tijera en su casa, entonces salió a elegir colores de pintura para sus paredes y se internó en una tienda Alba. Yo no, yo ya tengo las paredes impecables y el rapto de estilismo ya lo había tenido días atrás cuando en un pispás de ebriedad y trasnoche me corté un flequillo rollinga y desprolijo que me cubre los ojos. Pensé en rajarme igual y comprarme de una vez por todas los clavos y las ménsulas. Pero no me pareció óptimo internarme en una ferretería y pronunciar la palabra ménsula. ¿Entonces qué hacer? ¿Seguir disimulando el incendio que quemaba por adentro o enfrentarlo? Y apenas terminé de formularme esa pregunte me senté a llorar en el sillón, como si con esas lágrimas pudiera apagar el incendio. Sola y angustiada, frenéticamente llorona, parecía una auténtica chica almodóvar en mujeres al borde de un ataque de nervios. Pensaba en el psicoanalisis que abandoné, en el país que abandoné, en los sueños y proyectos abandonados. Y con los ojos húmedos busqué una escapatoria en la página web de la Fundación Carolina. Me voy, a donde sea, a estudiar un posgrado de Gestión Cultural o un master en Edición, pero me voy. Que me bequen y me banquen, ya fue, que me metan en un avión ya mismo, pero vi que imposible, que las suscripciones vencían el 1ero de marzo. Me seguí odiando hasta que hablé con mi amiga C. que me notó la voz rara y vino a rescatarme con una coca light intravenosa y una ternura indescifrable. Me dijo que Alicia, su terapeuta, es brillante. Te saca la ficha. Y me fui calmando, con un par de talitas y la gaseosa milagrosa, me fui calmando. El monstruo se fue descomponiendo, el humo se fue deshaciendo y después de unas horas terminé mirando el facebook de la sobrina de mi amiga C. que tiene 14 años y parece de 28, la sobrina zarpada que sube fotos apretandose a su noviopuber y que encima, es diosa. Fa. Ya con la cabeza en la avanzada generación adolescente pude despedir a C. con una sonrisa y los rasgos menos hinchados. Entonces, cuando vino L. (amiga que hace 3 años no veía) ya estaba bien y me puse mejor cuando me entregó un regalito personalizado y pudimos ponernos al día. L. me hizo volar por los aires y cuando se fue y pensé que se me venía la noche encima, aparece otra amiga L. que también me da un regalo, porque es buena y tiene un corazón gigante. Se zarpa L. que me entrega un cuadro enmarcado de una artista hermosa, unas acuarelas que me derriten, que ya pienso poner en la cabecera de mi cama. Y aunque no tenga los clavos ni las ménsulas, me alegro de haberme quedado, porque hubo visitas de las buenas, porque me aclararon el cielo y porque gracias a ellas, bomberas por excelencia, el humo se apagó del todo y el mosntruó se hizo más chiquito.

Motivación, por aquí

lunes, 3 de mayo de 2010

La misma casa

Al lado del taller mecánico de Vazquez, en una cuadra silenciosa de la calle Godoy Cruz, estaba mi casa. La fachada bordó, la puerta de madera, la galería, el patio, la enredadera y el jardín del fondo, con pileta. Los techos altísimos, el espejo del living, la escalera caracol, el entrepiso y el último. Los cuartos con vista al patio, mi bañadera antigua, el pasillo eterno con alfombritas. El ruido de los árboles, los ladridos de los perros, las voces de los vecinos. El escenario de mi infancia, el refugio donde aprendí que la vida tiene muchos colores, que el corazón también puede llorar. El hogar en el que crecí física, espiritual e intelectualmente. Esa casa amplia en un barrio que todavía no sabía nada sobre bares y restaurantes, nada sobre diseñadores independientes y peluquerías exóticas. Un barrio de calles que no conocían el bullicio ni las ferias, que no conocían actores ni modelos ni cantantes. Un barrio luminoso que me envolvió en cada esquina.
Y esa casa que ahora es color crema, respira otros aires, y esos aires me gustan. Porque ahora esa casa está habitada por una pareja de escritores, hace ya 6 años que la habitan. Y se ve que a ellos también les trajo alegrías porque adentro de sus paredes nacieron Elsa y Fred, nacieron Sofía y José Chocaklian y otros tantos bonitos guiones llevados a la pantalla. Entonces, a pesar de que ya no sea mia, me pongo contenta porque en la misma casa donde yo me animé a soñar despierta por primera vez, hay una cabeza llena de ideas que asociada con la cabeza de un hombre llamado Suar, persigue el éxito. Y es una buena sensación esa de saber que el tipo que hoy vive en tu primer hogar, ese tal Marcos Carnevale, se duerme con una sonrisa de artista satisfecho.
Por lo menos, al vendersela, le trajimos suerte.

jueves, 29 de abril de 2010

Almudena Grandes

Es grande Almudena, grandota. Y tiene la voz raspada, como Sabina pero en mujer. Sus respuestas son largas, las palabras justas, como si estuviera leyendo, no se traba, no dice muletillas. Dice que empezó a escribir por culpa del futbol. Dice que de pequeña, los domingos en su casa eran siempre alrededor del futbol. Como habia una sola tele, una sola transmision y un solo canal, los partidos eran sagrados y ningun niño ni ninguna mujer podía interrumpir a su padre y a su abuelo frente al televisor. Por eso las mujeres hablaban susurrando en la cocina y a los niños los encerraban a pintar. La poca habilidad para dibujar, la hizo, por aburrimiento, ponerse a escribir cuentos con tan solo 8 añitos de edad. Y me enternece que hable de sus comienzos como narradora. Y me interesa, también, que hable de España, del lento despertar de la memoria histórica. Compara la transición con una raya en el suelo que separa la España polvorienta, antigua y oscura con la España luminosa, moderna y multicolor, una simple raya que había que saltar fuerte, con todos los pies adolescentes a la misma vez, con todo el peso de una juventud que cayó tan fuerte que borró la raya y se olvidó de esos cuarenta años tortuosos, porque tenían ganas de salir corriendo, de no volver a pensar en el país como jaula o como refugio aislado del mundo. Y corrieron hasta que se les gastaron las zapatillas, hasta que les crecieron las canas, hasta que se sentaron a pensar en el pasado. Y concluyeron en que la generación que hizo el salto fue la primera generación en no tener miedo, en no tener respuestas, en no tener hambre y quisieron reivindicarse y buscar, por más que doliera, buscar elementos reveladores del pasado. Por eso se anima a investigar y a escribir una novela como El corazón helado, a desentrañar historias familiares de la guerra civil, a mostrar el pequeño universo de una ciudad sitiada, a documentar con estilo un trozo de la historia española bajo el régimen franquista. Por eso defiende la democracia, la movida de los ochenta, el socialismo y los derechos humanos. Por eso abraza la causa de la recuperación de los cuerpos de los fusilados bajo la dictadura, para que la apertura de esas fosas, empiece a cerrar las heridas de todos los familiares de las víctimas que quieren identificar a sus muertos. Y por eso simpatizo con Almudena, por su sensibilidad, su compromiso, por su bonita manera de expresarse y de narrar, por su pasión por los libros y por todo esto, ademas de simpatizar, la admiro. Cómo me gustaría tener el doble de edad y estar ahi, sentadita como ella a sus 50, en la sala Victoria Ocampo de la Feria del Libro, hablando de mis novelas, mis cuentos y mi escritura, desprendiendo ternura y teniendo empatía con el público.

viernes, 23 de abril de 2010

Por esto me gusta Rulfo

Felipa dice que los grillos hacen ruido siempre, sin pararse ni a respirar, para que no se oigan los gritos de las ánimas que están penando en el purgatorio. El día en que se acaben los grillos, el mundo se llenará de los gritos de las ánimas santas y todos echaremos a correr espantados por el susto.

lunes, 19 de abril de 2010

Bendito Bafici

El festival que me hizo conocer esta película sueca de una sensibilidad espeluznante. Un retrato de la inocencia y la niñez obstaculizada, de la fuerza de una niña de 10 años que aprende a cuidarse sola. Quedé tan afectada que al salir del Atlas Santa Fe no podia controlar las lágrimas que tímidas, caían de mis ojos. Un cachetazo duro y a la vez, lleno de ternura.

domingo, 18 de abril de 2010

Todos estamos mejor

¿Viste? Cuando el día está así de hermoso, la gente está de buen humor, todos estamos mejor, me dice el taxista un domingo a las 3 de la tarde. Y yo le digo que sí, que tal cual como si me creyera su aseveración, pero no. Le miento. Justamente el domingo soleado me cae como el culo. Me harté del sol. Hace un año que tengo verano. Ya fue el verano. Y ver a la gente desabrigada, sonriente, sin prisa, no me complace. Al contrario, me inquieta. Realmente ya no tengo ganas de verde, ni de paseos sin rumbo. Tengo ganas de encierro, de cama arrugada y eterna, de un verdadero domingo hermético. Ganas totales de que el clima sintonice conmigo, de que mis sentimientos estén cómodos allá afuera donde la gente se reune y alegremente cree que andar por las veredas iluminadas bajo los árboles frondosos es la condición perfecta para airear la mente y definitivamente, estar mejor.

martes, 6 de abril de 2010

Un rosarino seductor

No hay forma. Cuando coincido con mis hermanos en el playroom de mi casa, no hay forma de escapar. Se ponen los tres (el más grande con camisa y corbata después de una jornada en tribunales, el del medio con jean rotos y remera informal de estudiante universitario, el menor con uniforme de colegio) en el sillón blanco y se enciende la tarde. Y cuando toca el timbre algún amigo de ellos con docena de medialunas, se enciende todavía más.Y ma si, me digo con el bolso en el hombro y el abrigo en la mano, que me importa el teórico práctico de teoría literaria, yo me quedo. Y me hago un lugar en el brazo del sillón, me saco el bolso, me desprendo del abrigo, me como una medialuna y me conecto con el partido de futbol de turno. El Barca no me va a defraudar, Messi no me va a defraudar. Y claro que no, en cuartos de finales de la Champions los equipos son palabras mayores. Las mujeres no entendemos de futbol, dicen, pero yo miro a Messi quebrar caderas, correr desenfrenadamente, hacer un caño al arquero, meter 4 goles y bailar con la pelota adeherida a sus pies y entiendo todo. No puede ser, grita mi hermano, este pibe no puede ser real. El otro se agarra la cabeza: Es una clase de futbol. Y el más chico dice: yo falto a entrenamiento. Y la televisión tiembla con cada festejo. Tiemblo, un poco, yo al ver tanta locura en el estadio, en las reacciones de mis hermanos, tanta locura en la cara inocente y feliz de un chico que supo seducir al mundo entero y llevarselo por delante. Y sí, me emociono, che, me deslumbro con tanto juego, con tanto talento en los pies de un pibe que no podía crecer. Me pongo en la piel de él, y me pregunto si entenderá algo, si comprenderá lo que su figura significa, lo que conmueve su imagen a sus 21 años de edad. Y pienso que loco ¿no? Que mortal debe ser causar tanta sensación, que inflamado uno debe tener el pecho. Y vuelvo a pensar, entonces, en su mundo redondo, en su mundo pelota y en las ganas que tengo de que esa pulga humana brille en el mundial. Para que otras personas, mis compatriotas, también griten y se agarren la cabeza, también salten y se desencajen de felicidad, también renuncien a sus compromisos, para que otras televisiones tiemblen y otros cuerpos se sacudan ante cada gol y cada poético movimiento del delantero argentino del Barca o del número 10 de la selección nacional.

lunes, 5 de abril de 2010

Poder

Puedo, por qué no, descorchar un vino tinto a las 4 de la tarde, servirlo en una copa al lado de la computadora. Puedo, ponerme a escribir a cualquier hora y mirar por la ventana el cielo y las copas de los árboles. Y si puedo hacer eso, pienso, puedo viajar con pasaporte ilegal por Europa. Salir y entrar a España como cualquier ciudadano de la comunidad. Puedo, claro que puedo, sentarme al lado de una pileta en lo alto de un edificio madrileño con una remera roja que dice socorrista. O dar clases de inglés en Accenture con zapatos negros y el pelo arreglado. Puedo tomar notas en un focus group donde amas de casas españolas hablan de las ventajas y desventajas de una mayonesa. Puedo vender collares de piezas únicas o bolsos de pelo de pony. Puedo enamorarme de un hombre que toca la guitarra en la plaza. Puedo acomodarle los rulos e irme a vivir con él. Puedo, también, vivir en un piso compartido, cocinar tortilla de papas y reemplazar el ok por el vale. Puedo bailar sevillana en la feria de abril y nadar en el Mediterraneo. Y si puedo hacer eso en un país que no es el mio, puedo, obviamente, llegar a Buenos Aires desinflada, cargar con el peso de los recuerdos, tratar de recomponerme sin prisa, esperar. Puedo recibir al otoño con una copa de vino, con un cuento en la mente, con la sangre ansiosa, con hambre de cambios. Puedo, sin lugar a dudas, renacer.

viernes, 2 de abril de 2010

Cuestiones del pensamiento influído

Trozos de un libro de cuentos brasilero, trozos de un famoso ensayo sobre la ceguera, capítulos de la última temporada de Lost. Se me desorbitan los ojos en medio de tanto silencio, se me debilita la cordura, se oscurece casi tanto como la noche que veo desde el ventanal, la noche en su estado más puro a las tres de la madrugada.
Afuera, duermen los pájaros. Ni el pasto se mueve. Todo quieto. Todo, menos mi cuerpo, donde se revuelven, sin permiso, mis ovarios. La maldición de la mujer, una vez por mes. Y el zumbido de una mosca me desorienta. Me desorientan, también, los ciegos del universo Saramago, las protagonistas ancianas de los cuentos de Lispector que se resisten a morir. Me desorienta el origen de la isla, el inquietante argumento de la serie norteamericana.
Sangre. Descontrol. Vejez. Misterio. Infierno.
¿Qué somos?
Una vida blanca e incierta dentro de un mundo vacío como un galpón abandonado, o un cuerpo semiperdido dentro de un tren que espera llegar a la estación del afecto, o un ser humano indefinido dentro de una isla verde que busca incansablemente, entre la vegetación, la salida a la vida.
¿Cuál es nuestro propósito?
Ver la realidad, recibir un abrazo, encontrar la forma de escapar.
¿Qué es lo que nos pertenece?
Nosotros mismos. Autoprotegernos, redescubrirnos por más aislados que estemos, darle un sentido a la vida identificando al otro, acercandonos al otro, apreciando los gestos del otro más que las palabras.
Mujer que sangra, no es fácil. Silencio absoluto y quietud. Reconocerse como un solo sentimiento en un único vagón ocupado de un tren que siempre va para adelante: Esperanza. De colores, de reencuentros, de libertad.
Esperanza de menos miedo y de más aire, más aire, por favor, y menos sangre, en este mundo rabioso que apenas está por despertar.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Olímpico

Hijo de amiga española, 9 años, mira, desde su banco, las ecuaciones matemáticas en el pizarrón, y antes de que comience a hacer el examen, levanta la mano:
- ¿Puedo ir al baño?
- Claro.
Se le acerca al profesor y en puntas de pie le dice:
- Cuando vuelva quiero que me las pongas más fáciles.

Y sí, ese niño nació en Argentina. Qué duda cabe.

sábado, 27 de marzo de 2010

El Rey Azul

Cuando se dio cuenta de que Azul le quedaba chico, decidió armar la valija y viajar a Buenos Aires. Estuvo unos años probando pero no le terminó de convencer la porteñada, entonces rescató su sangre italiana y con pasaporte en mano voló a Barcelona y siguió probando, pasó por Madrid también y vendió maquillajes y collares, luego indiscretamente a Tokio con valijas para toda la vida y una japonesa prometedora pero volvió a las dos semanas, luego París en busca del amor que después de 3 años se deshizo, entonces por qué no, Madrid que es como estar en casa. Y ya está, ahora me toca Londres, dice. Meto el inglés y estoy, oime. El quinto idioma con treinta y pico, garpa. Confieso que me llegó a decir alguna vez que se iba a la sierra, al medio de la montaña de Málaga o a algún pueblito vasco, pero no, yo no le creí. Es que es un chico de ciudad por donde se lo mire, le queda bien el cemento en sus pies, el ajetreo, la vida cosmopolita, el ruido de la gente. Por eso me encanta que me llame cinco meses después de que dejé Madrid y me diga: Hola chuuuuura! Tengo 1000 minutos para hablar. Y si me llama desde España con esa intro es porque los 1000 minutos merecen ser gastados. Me cuenta que Madrid no le mola tanto aunque siempre vuelva, que no va más, que ahora decidió volver a migrar y esta vez: Londres. Me encanta que me anuncie su nuevo destino, me encnata que me diga Londres, pero mas me encanta cuando empezamos a chusmear. Es lo que mejor sabemos hacer. Chusmeamos de lindo, hablamos el mismo idioma. Y como hacíamos en la tienda donde trabajábamos juntos me habla de las clientas y me dice: No, pero si esa señora NO ESTÁ NADA BIEN. Y no, esa señora no garpa. ¡Y a esa cómo le alcanza! Igual, decile que se olvidó de tomar la pastillita. Tiene serios mambitos dandole vueltas al marote. Y con la voz de Alfredo Casero me dice: Tenés que hacer algo de tu vida. Saltamos de un tema a otro sin hilarlos. Me tira frases como: Ahora que no fumo pienso que mis ideas son más ciertas que las que tenía antes, me la creo más ¿entendés? Me hace reír. Me canta la canción mexicana, la que dice: Con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero. Solo que la cambia y canta: Sin dinero y Sin dinero, hago siempre lo que quiero. Me hacer acordar a las canciones que bailábamos en la tienda. Todos los viernes And I say no, no, no con los mismos movimientos de Amy Winehouse. Me dice: Gordo con la mano en el bigote y la voz de Juana Molina en Juana y sus hermanas.Gordo, cada vez que se equivoca o hace algo mal. Le cobré mal a la señora. Gordo. Me colé en el metro. Gordo. No le paré de hablar. Gordo. Creo que rompí el anillo. Gordo.Y yo remuevo las anécdotas y extraño al muchacho azuleño, ese muchacho tan guapo y tan argentino a pesar de vivir hace 10 años en Europa. Ese chico que sigue shirando y rompiendo corazones, que sigue cantando a cualquier hora del día, ese morocho bombón de zapatillas coloridas que aunque ande sin dinero, hace siempre lo que quiere y aunque cante desafinado, siempre, sigue siendo el Rey.

lunes, 15 de marzo de 2010

Resignificar un concepto

Cuando hablás con dos amigas y por más que tengas un baño a dos metros y tu vejiga esté a punto de explotar, no te levantás de la mesa para no despegarte de la charla, cuando eso pasa, me doy cuenta de que esa amistad es hasta físicamente verdadera.

martes, 9 de marzo de 2010

Curiosos formatos de felicidad

Creo que fue lo mejor. Sí, nadar el domingo en la pileta del Elevage fue lo mejor. Porque el sábado fue heavy y necesitaba despejar. Porque el sábado fue contrapuesto y ajeno. Qué extraña la combinación de programas del sábado. Porque después de pasar todo el día en una casa en un country rodeada de niños y de convencerme de que no pienso hacer papilla una manzana o calentar una mamadera antes de los treinta, me bañé en mi casa, me puse unos tacos prestados de 9 centímetros y me fui, sin pensarlo dos veces, a la fiesta de compromiso de una amiga de la facultad que celebraba abiertamente la instancia pre matrimonial con su pareja. Así, con bombos y platillos. Y yo, adentro de esos zapatos altos que me amorcillaban los pies, tomé caipirinha y brindé por esa unión. Y también, haciéndome pasar por chica frívola, aplaudí la muestra del vestido de Lanvin que mi amiga desfundaba con los ojos estrellados. Realmente suspiré y me tapé la boca con la mano admirando cada costura del vestido como si me estuvieran filmando para un programa de Fashion Tv. Y luego, después de bailar 3 canciones en el boliche más patético de la ciudad y hacerme bomba de humo, cuando volvía en un taxi a mi casa, me convencí no solo de que la riqueza tan ridículamente expuesta me eriza la piel, sino de mi gran capacidad actoral que puede fingir la misma emoción que siento cuándo miro una buena película como cuando miro un pedazo de tela bien cortada. Por eso, superada por la cruda demostración de felicidad en dos ámbitos totalmente diferentes, elijo tirarme un domingo caluroso en una pileta sin gente y pienso que ninguno de esos formatos me cierran, pienso que mi formato indefinido de mujer es, a mis veinticinco, mucho más atractivo que un pecho que da de mamar o un vestido irrepetible de Lanvin.

lunes, 8 de marzo de 2010

Felicidades, mujeres

Por todo lo que nos une y nos desune.

viernes, 5 de marzo de 2010

Volver

Primera noche en Guatemala. No el país, la calle. Primera ducha. Primer almuerzo en el bar de la esquina, en el que me encuentro. Florentina, buenas ensaladas. De fondo canta la voz quebrada de Joaquín, yo aprendí a quererla querer y ella no. La moza dulcemente mexicana. Las tortas que me miran desde la heladera, dulcemente también. La calle tranquila, sin semáforos, los árboles y el viento que mueve sus ramas. La independencia. La tarde sin tiempo un viernes cualquiera del mes de marzo. El verano en sus últimas instancias y esa brisa que te toca haciéndose la distraída. Los dos pisos por escalera. La heladera recién instalada marca desconocida. El silencio del barrio y de mi piso. El jardín que se ve desde mi ventana. El recuerdo de mi infancia adoquinada en este mismo distrito. El recuerdo de Felipe, mi perro y mis hermanos en miniatura. De mi pileta, mi galería, mis puertas de madera y mi pequeño jardín. El recuerdo, también, de la soledad madrileña, de los bares, de los paseos sin rumbo y sin hora. La fragilidad de mi corazón. La memoria que se hace grande y me abarca, la puta memoria que me terremota. La suspensión en el aire de una libertad mayúscula. Las llaves nuevas en mi bolsillo. Las ganas de salir corriendo, con los ojos mojados y la sonrisa inmensa, por este, mi viejo y nuevo barrio: Palermo.