jueves, 28 de agosto de 2008

VENGA ESPAÑA!

LO QUE AMO DE LOS ESPAÑOLES Y DE ESPAÑA
- Que digan las palabras “ mola” y “mogollón”
- Que no usen la bocina
- Que haya 2.564 feriados por año
- Que lleguen tarde a laburar y se vayan temprano
- Que tengan un mes de vacaciones
- Que pongan 18 bares por cuadra
- Que haya lugares como el circulo de bellas artes, la casa de América y la casa encendida, y tantos otros sitios culturales bonitos y GRATUITOS
- Que las bibliotecas sean tan completas y ofrezcan cursos gratuitos
- Que haya tantos parques verdes y bien cuidados
- Que el abono del metro me sirva para el autobús
- Que lleven carrito de vieja de barrio para hacer las compras
- Que haya verdaderas rebajas donde podes conseguir remeras a 1 euro
- Que haya una familia real y que me caigan bien
- Que en vez de gente buena onda exista gente maja
- Que dejen los muebles que no usan más en la calle y que se los lleve cualquiera!
- Que camines y te encuentres con fachadas del 1600
- Que la seguridad social sea gratuita para cualquier empadronado
- Que te sorprendan actividades culturales de todo tipo en todos lados
- Que consigas pasajes tan baratos para viajar por Europa
- Que currar signifique trabajar
- Que pija signifique cheta
- Que hagan botellones en todas las plazas
- Que en verano sean las 10 de la noche y haya sol
- Que de los 12 ministros 9 sean ministrAs
- Que no me pidan plata por la calle
- Que tengan el Mar Mediterráneo e islas paradisíacas

LO QUE ODIO DE LOS ESPAÑOLES Y DE ESPAÑA
- Que no se saluden con beso en el ambiente laboral
- Que de 2 a 5 de la tarde se pare el mundo
- Que sean tan literales
- Que no sepan indicar ninguna dirección
- Que “ la mañana” dure hasta las 2 de la tarde
- Que digan ingle en vez de cavado, y “brasilera” en vez de media pelvis
- Que tengan cantos tan nefastos para festejar un triunfo futbolístico
- Que paren el auto donde se les dé la gana y no se inmuten si atrás hay alguien esperando
- Que cuando digo cashe no me entiendan
- Que hablen tan mal en ingles. Se dice spaiderman, no espiderman. Y donat, no donut. Y aftersan, no aftersun. Y aisberg, no iceberg.
- Que cuando te saludan “que pasa” signifique “que tal”, porque siempre me olvido y pienso que son violentos de entrada
- Que no existan video clubs ni radio taxis ni deliverys
- Que todas las películas estén dobladas al español
- Que le digan chuches a las golosinas y mantequilla a la manteca
- Que le digan tripa a la panza
- Que no haya cuadernos rayados!!! Todos son cuadriculados, que crueldad.
- Que en vez de indicarte por cuadras te indiquen por "tantos minutos andando"
- Que este a 12.000 km de mi país

miércoles, 27 de agosto de 2008

Si

Si el pasto fuera celeste
Y el cielo de un verde color
Si hubiera mas esperanza
Si hubiera menos rencor
Si alguien gritara en silencio
Si alguien cantara sin voz
Si una guitarra sin cuerdas
Sonara al compás de un tambor
Si no cesara la lluvia
Si fuera eterno el dolor
Si un duende me hablara en mis sueños
Y me dijera quién soy.
Si fuera capaz de volar
Subir a una nube y tocar
La luna y alguna estrella
O todo el sistema solar.
Si el viento me hablara al oído
Si el cuerpo pudiera flotar
Si el alma de todos los hombres
Pudiera cantar y bailar.
Si el sol bajara algun dia
Si el aire pudiera tocar
Si cada gota de lluvia
Fuera una flor para dar.
Si al mundo le diera la gana
Y pare ya de girar.
Si cada persona mañana
Dejara de respirar.
Espero tenerte a mi lado
Poder abrazarte y mirar
Tus ojos que brillan tanto
Tu boca, jacarandá,
Decirte cuanto te amo
Y ¡ay! Poderte salvar.

lunes, 18 de agosto de 2008

Jesús María

Era inevitable. Mi mamá y sus 4 hermanas habían ido a ese colegio, mi abuelo había sido el único profesor varón en épocas antiguas. Vivía a 4 cuadras. No había forma de no ir al colegio de Karina Rabolini, de la hija de Carlitos Balá. Y de Palito Ortega. Asique así fue que mi mamá me llevó de la mano a mis 5 añitos para que me hagan el test pertinente para ingresar al colegio Jesús María.
La señora psicopedagoga, supongo, me dio un dibujo de un perro. Era la última prueba y ya venía mal. Y eso que yo había aprendido a leer a los 4 años, solita. Pero se ve que la tipa no me inspiró confianza porque casi ni abrí la boca en todo el test.
- Qué es esto Macarena?
- ….
- Pensá Maca, que animal es?
- …..
- Bueno. Concentrate.
- …..
Y nada. Entonces mi mamá se agacha, muy poco disimulada, y me dice al oído y en voz baja: Uau, Uau.
Qué vergüenza la de mi madre. Su hija mayor resultó ser un desastre. Pero habría otra oportunidad a la que concurriría con mi papá, visto y considerando que mi madre no se controlaba.
- Bueno, Maca. Acá tenes un papel en blanco. Tenes que dibujarme un sobre. Podés empezar.
Y yo dibujo un mamarracho. Y papá se habrá puesto más colorado de lo que es. Y la tipa habrá suspirado. Y a los pocos días era la devolución. La señora les dice a mis padres que bueno, que mejor esperar un año mas, que Maca está un poco inmadura para ingresar a primer grado este año, pero que no se preocupen, que seguro madurará pronto y que me esperan el año que viene con los brazos abiertos y las monjas sonrientes.
Yo creo que mamá debe haber llorado. A sus 27 años estaría sufriendo de estrés por mi culpa. Bastante frustrante fue todo la milonga. Así que así fue que la nena repitió preescolar. Menos mal que era de junio. Fui siempre la más grande de la clase pero no era tan grave. Y menos mal que me quedé ahí mismito y que ese marzo de 1990 arrancaron esas enanas que fueron y serán mis amigas para toda la vida.

sábado, 16 de agosto de 2008

Familia se va

Virginia llora a moco tendido.
Marcelo no la consuela. Está como ausente.
Victoria hojea una revista. Lucas otra. Pablo come una papa frita tras otra.
Pasajeros del vuelo 5524 con destino a España por favor, embarquen por la Puerta 6.
Marcelo les dice que no se levanten, que el asiento no se los saca nadie.
Victoria ve que en la fila está Florencia, su compañera de la facultad. Bueno, ex compañera. Automáticamente vuelve sus ojos a la revista. Que fiaca explicarle todo a esta mina.
Suben al avión y se sientan en la fila de cinco.
Virginia sigue llorando pero en silencio. Marcelo apaga su celular. Victoria evita encontrarse con la mirada de Florencia. Lucas mira un punto fijo. Pablo se tapa con la manta y cierra los ojos.
Se ajustan los cinturones.
El avión despega y ninguno se imagina que se llenarán de amigos, que habrá éxitos profesionales y viajes por Europa, que se cansarán de comer paella, que cambiarán el dale por el vale, que se bañarán todos los veranos en el Mediterráno, que se casarán y tendrán hijos españoles, que van a enamorarse tanto de España que ya no volverán a vivir en Argentina.
Mientras la azafata señala las salidas de emergencia todos piensan en todo lo que han dejado en su país. Marcelo piensa en su viejo y en los asados de los domingos, Virginia en los muebles vendidos y en sus hermanas, Victoria en las chicas y el pibe del sábado, Lucas en el equipo de fútbol y en Pinamar 2003, Pablo está en su quinto sueño. Todos parecen idos.
Una de las azafatas pasa caminando por el pasillo izquierdo controlando que todo esté en orden y cuando llega al fondo le comenta a una de sus compañeras: “Qué cara de culo tienen los de la fila H”.

martes, 12 de agosto de 2008

Un rato más


Te abrazo y te pido

un rato más

Te suelto y te miro

un rato más.


Te mojo en mi llanto

un rato más

Te ruego, furiosa

un rato más


Te vuelvo a abrazar

Te vuelvo a mirar

Te vuelvo a mojar

Te vuelvo a rogar

No te mueras

Quedate conmigo

Un rato más

Otra vida

Subió los escalones sujetando con fuerza la mano de Inés. Tenía miedo. Pero se distrajo observando el portal y las macetas que le llegaban al hombro. Nunca había estado en un lugar así. Si la fachada era tan hermosa, ¡cómo sería la casa por dentro! En el momento en que admiraba el brillo del picaporte, se abrió la puerta y vio a una señora alta, muy elegante con su pelo tirante y recogido, sus pulseras de oro y su perfume penetrante. La señora se agachó para darle un abrazo y la bienvenida.
Candela entró al chalet nerviosa, incrédula ante semejante lujo. Sin soltar la mano de Inés escudriñó el hall de entrada hasta el último rincón. La alfombra persa, el candelabro de cristal, la cómoda con fotos, el florero, las cortinas doradas, la escalera que se elevaba a su derecha. No prestaba atención a la conversación de las adultas. Quería curiosear el salón que se veía más allá del umbral y el jardín que se asomaba desde el ventanal del fondo pero se aguantó las ganas y le devolvió la sonrisa a la señora que no dejaba de mirarla. Candela sabía que tenía que hacer buena letra.
Se dirigieron a otro salón y Candela se enteró que eso era un playroom. Seguía sin salir de su asombro. Ya contaba 3 ambientes en la casa. Se hundió en uno de los sillones y escuchó lo que ya sabía que iba a escuchar.
Cuando dijo que sí por cuarta vez, que estaba segura, Inés la besó en la frente y le acarició el mentón. Candela se había encariñado con esa mujer que se encargaba de ella desde que pasó lo de su mamá, así que asentía más que por propio convencimiento por no defraudarla.
Inés se marchó y Candela sorbió el fondo de la chocolatada, haciendo ruido y llamando la atención de la señora que soltó una risita simpática. Luego Liliana, la señora de la limpieza, la cargó la valija y subieron a lo que era su habitación. Candela no daba crédito. Esa sería su cama de ahora en más. No estaba acostumbrada a un colchón tan grueso, a tantos almohadones y a unas sábanas tan suavecitas.
Esa noche y todas las que siguieron Candela abrazó a Tato, el oso que fue el último regalo de su mamá y se durmió pensándola. Una lágrima cayó sobre el peluche.

Me dueles ángel

Eras como un ángel,
con las alas rotas,
con el tiempo dormido,
la pena en el alma
y el dolor en tu abrigo.
Si pudiera curarte,
muchacho bondad,
si pudiera tenerte.
Te daría otras alas y otro cielo,
limpiaría tu alma,
besaría tu duelo,
dejaria en tus ojos
la palabra tequiero.