miércoles, 24 de agosto de 2011

Entró en mi corazón

Esta piba fue directo, sin escalas, a mi corazón. Se llama Sofía Viola y canta. Toca la guitarra y el ukelele y canta. Tiene una voz tan sexy. Es una voz de gitana con un dejo afónico que electrifica sus canciones. Además compone y mucho. Tiene un repertorio inmenso, abarca todos los géneros musicales y los sabe llevar con swing, con magia, con altura. Dice su myspace que un día, con solo 14 años, escucha el consejo de su padre: Tenés que cantar y componer tango, pero para eso necesitás enamorarte, emborracharte, desenamorarte y vomitar. Y agarró y se enamoró y tomó un montón de vino y se desenamoró y abrió la boca y vomitó lo que tenía que vomitar. Y hoy sigue en ese plan, 7 años después de aquel consejo, sigue con la boca abierta para expulsar alcohol, para expulsar el encanto de su voz, para cantar y desarticular corazones. Y la ves ahí, parada en el medio de un escenario improvisado, y sentís que todo eso que vivió lo destila, lo transmite en el primer hola, en los comentarios que hace entre canción y canción, en la forma de reírse, en sus movimientos descontracturados. La ves ahí con sus caderas anchas que un poco te llevan a las de Celia Cruz, escuchás esa voz que por más que te parezca demasiado, sí, un poco te hace acordar a la de Lauryn Hill y decís: bien, estoy viendo a una artista del carajo. Porque además le ves el talento, joven, desordenado, pero talento al fin y proyectás unos años y la ves más armadita, mas segura, más grosa. Sabés que sus letras te llegan, que aunque escriba una serenata a un camionero o un vals a los chicos con barba, sus letras te tocan ahí porque las canta con todas las venas de su cuerpo, con toda su alma. Ella misma dijo en uno de sus conciertos que tengo tanta ansiedad de vivir que no puedo dormir. Porque vive con el pie en el acelerador y la quinta a fondo, porque sabe cómo pararse día a día, frente a una mancha de jugo de pera, frente a una letra de Violeta Parra o frente a una botella en el fondo del mar. Sabe cargar con una emoción especial esos momentos que la gente común no es capaz de distinguir, sabe cómo utilizarlos, sabe brotar ideas. Y que ella se inspire ahí en lo que la gente común nada ve, que ahí detenga su mirada es lo que a una le inspira ganas de seguir escuchándola, porque con toda esa sencillez se convierte en milonga, en chacarera, en cumbia, en salsa, en punk y en rock. Porque toda ella es una garganta arenosa, un ukelele invadido por figuritas de colores, una máscara burlona, una hippie tan galáctica y real que guarda un montón de historias en sus canciones, un montón de viajes, de denuncias,de escenas fabulosas y frases que sacan una sonrisa. No me equivoco al decir que esta piba es uno de los mejores hallazgos del año y que mejor vayas entrando en su mundo porque si ahora que tiene 22 años escribe una canción como está y la canta como la canta, no me quiero imaginar lo que va a ser dentro de un tiempo. Seguramente y sin remedio: un huracán de mujer.

2 comentarios:

SOWIE ♥ dijo...

"Tengo tanta ansiedad de vivir que no puedo dormir" Me fascinó. Y brillante tu relato crítico, as always :)

Anónimo dijo...

http://no-lo-suenies.blogspot.com