sábado, 16 de agosto de 2008

Familia se va

Virginia llora a moco tendido.
Marcelo no la consuela. Está como ausente.
Victoria hojea una revista. Lucas otra. Pablo come una papa frita tras otra.
Pasajeros del vuelo 5524 con destino a España por favor, embarquen por la Puerta 6.
Marcelo les dice que no se levanten, que el asiento no se los saca nadie.
Victoria ve que en la fila está Florencia, su compañera de la facultad. Bueno, ex compañera. Automáticamente vuelve sus ojos a la revista. Que fiaca explicarle todo a esta mina.
Suben al avión y se sientan en la fila de cinco.
Virginia sigue llorando pero en silencio. Marcelo apaga su celular. Victoria evita encontrarse con la mirada de Florencia. Lucas mira un punto fijo. Pablo se tapa con la manta y cierra los ojos.
Se ajustan los cinturones.
El avión despega y ninguno se imagina que se llenarán de amigos, que habrá éxitos profesionales y viajes por Europa, que se cansarán de comer paella, que cambiarán el dale por el vale, que se bañarán todos los veranos en el Mediterráno, que se casarán y tendrán hijos españoles, que van a enamorarse tanto de España que ya no volverán a vivir en Argentina.
Mientras la azafata señala las salidas de emergencia todos piensan en todo lo que han dejado en su país. Marcelo piensa en su viejo y en los asados de los domingos, Virginia en los muebles vendidos y en sus hermanas, Victoria en las chicas y el pibe del sábado, Lucas en el equipo de fútbol y en Pinamar 2003, Pablo está en su quinto sueño. Todos parecen idos.
Una de las azafatas pasa caminando por el pasillo izquierdo controlando que todo esté en orden y cuando llega al fondo le comenta a una de sus compañeras: “Qué cara de culo tienen los de la fila H”.

1 comentario:

L dijo...

mundo nuevo, vida nueva.