jueves, 2 de julio de 2009

Cuando desperté

Perdida entre tu luz
tu noche, tu aliento,
tu cama, tu sueño.
Despierto, inquieta,
y toco tu pelo,
agarro tu mano,
respiro, agitada
la misma madrugada
que vos respirás.
Me incorporo seca,
sudada, princesa, despeinada.
El aire de tu mundo
me pertenece, me sostiene.
Me distrae una brisa,
la brisa de abril.
El tiempo se deshace,
mi piel se eriza,
tus ojos dormidos,
mis ojos mojados.
Tu nombre se enciende,
mi mano te suelta,
mi cuerpo se acuesta
mi sueño renace.
Mi vida se apaga,
en una de tus caricias.

No hay comentarios.: