lunes, 17 de enero de 2011

Va y viene

Me pregunto si habrá alguna mejor sensación que la de atravesar una ola justo antes de que rompa. Seguro que hay mejores sensaciones pero esa, ayer, a las 2 de la tarde, fue para mí la mejor, porque no sólo la ola era del mar brasilero si no porque fue la última ola de las vacaciones y claro que culminar así es una sensación que no puede superarse con nada. Ahora, que la tarde se ensancha y aumenta la temperatura en buenos aires, pienso que los contrastes son buenos y malos. Buenos porque un viernes puedo amanecer en Paraty, saltar de la cama, tomar un desayuno con jugo de maracuyá y pan de queijo, agarrar el pareo, ponerme la bikini y tomarme un bus a Larenjeira. Ahi puedo subirme a una lancha y cruzar el mar abierto hasta llegar a la bien llamada Praia do Sono y nadar en el agua cristalina hasta que se me arruguen los dedos, y tirarme en la arena y hablar con mi amiga que da buenos consejos y que tanto me hace reír, y caminar por la orilla viendo nada mas que océano y una muralla de montañas verdes, y subirme otra vez a la lancha y conocer playas vírgenes, con rocas en los costados y pequeñas piscinas naturales, y macoña y caipirinha, y volver al hostel bajo la lluvia y escuchar una banda de música reggae y caminar por las calles de piedras a la noche mientras un chico hace malabares con fuego y estira su sombrero sonriendo con los ojos. Son malos los contrastes, porque un lunes puedo amanecer con el despertador del celular, ponerme la ropa adecuada, buscar las monedas para el colectivo, no desayunar nada, abrir la puerta de la oficina, saludar a la recepcionista, prender la computadora, chequear los mails, los milquinientos mails, tomar café, escribir mails, recibir mails, tomar café, actualizar planillas y subir el nivel del aire acondicionado. Los contrastes existen y sirven para confirmar que un viernes puede ser yin y un lunes yang, que un día puede encontrarte con el cuerpo flotando en el mar carioca y otro día, calentando un silla sin otra actividad que tipear, leer y girar en el mismo eje. Los contrastes nos enseñan a pensar que lo malo hay que vivirlo para después disfrutar lo bueno con todos los sentidos, con todo el corazón, nos enseñan a incorporar en nuestras mentes que lo bueno va y viene y lo malo también.
Espero que como la palabra lo indica, este 2011, sea bienvenido. Al menos yo, lo estaba esperando con la mano puesta en el picaporte. Ahora sí, abierta la puerta y el corazón.

4 comentarios:

Vv dijo...

Bienvenida amiga! Nos queda vernos, no soy una ola rompiendo pero por ahi andamos JA!
Tkmmmm

Miranda Malasaña dijo...

"Lo malo tambien"
Te quiero.

SOWIE ♥ dijo...

Me encantó Maki
Por lástima muchas veces sentí el mismo contraste, pero como decís vos siempre sirve para valorar con todos los sentidos esos momentos.
Acá te dejo un videinnn
beso grande!
http://www.youtube.com/watch?v=XLzZjfL77UE

Anónimo dijo...

HERMOSO, ME ENCANTO. QUE LOCURA LA VIDA, MENOS MAL.
P A U .