sábado, 23 de abril de 2011

Los ojos de Diego

Me miraste y dije: alma, dije me llegó al alma, para mis adentros.O no dije nada, lo sentí, lo sentí en serio. Dejaste la billetera de cuero en la mesa, seguiste dejando billeteras en otras mesas y mi amiga me hablaba y yo le dije: la mirada, la mirada de este tipo, ¿la viste? Pero mi amiga no pareció entenderme. Volviste y te dije gracias, son muy lindas y con los ojos me dijiste gracias también y sonreíste, con los ojos. Salí del lugar y me quedé sentada, en la vereda, sobre mi cajón peruano, esperando que me pasaran a buscar. Apareciste. Y tus ojos otra vez. Qué paz la de esos ojos. Me hablaste de música, de tus billeteras, de que mañana en vez del Tigre, ibas a probar suerte en Mataderos, que te echaron de ese lugar de comida rápida, que no te dejaron vender ahí adentro. Tu pelo largo con un poco de canas se movía por el viento. Me tuve que ir. Te ayudo, me dijiste y cargaste el cajón peruano hasta donde estaba el auto esperándome. Me ayudaste. ¿Cómo te llamás? Diego, me dijiste Diego. Y yo te dije mi nombre. Y te despedí con un beso y te deseé suerte. Y me quedé con tus ojos adentro mío. Eran grises medio celestes. Unos ojos transparentes, sencillos, unos ojos en donde me la pasaría nadando, toda la vida, como en el mar. Solo se que sos Diego, que vendés billeteras por el Tigre, que tenés una mirada que atraviesa la piel, que sos bueno, buenísimo, y que me hiciste acordar a él por la mirada profunda, la entonación de las palabras, la calma, la forma de caminar. Muy parecido a él y un poco también a la imagen que yo tenía de Jesús, allá cuando Jesús tenía una imagen en mi mente, allá cuando todavía pensaba en Jesús. Loco que solo sepa tu nombre y quiera correr hasta ahí, donde te dejé, frente al río, a abrazarte.

1 comentario:

Vv dijo...

Te quiero ver, asi me contás de diego y cía. en vivo! Muak