miércoles, 9 de marzo de 2011

Esas mujeres


Mujer la que se levanta y tiende la cama, la que estaciona después de mil maniobras, la que hace dieta líquida después de un fin de semana de morfar chocolates a lo loco, la que se mira al espejo y se quiere rasguñar la cara, la que se arregla para ir al supermercado, la que dice sí queriendo decir no, la que se tira en la cama a dejar volar los pensamientos o a confirmar conjeturas, la que planea viajes al fin del mundo, la que llora por la calle, la que ve diez mil veces la misma película, la que decora los platos de las comidas, la que se llena de perfume un lunes a la mañana, la que tacha con birome la agenda, la que se compra un vestido porque sí, la que pinta mamarrachos con sus hijos, la que duerme despatarrada, la que se depila con gillette las axilas, la que sufre en los partidos de fútbol, la que finge un orgasmo, la que se convence de que su hijo es el mejor de la sala de cinco, la que anda en bici, la que da portazos enfurecida, la que manda mensajes de texto románticos, la que lucha con los recuerdos, la que da besos imprevistos, la que se detiene a mirar las nubes, la que baila sola en su cuarto, la que come helado a las 3 de mañana, la que grita mamá! cuando ve una cucaracha, la que se compra zapatos de marca, la que prefiere andar sin bombacha, la que se cose la ropa, la que rompe dietas con alfajores cachafaz, la que toma cerveza por la tarde, la que no usa reloj, ni se arregla el pelo, la que te cuenta los sueños, la que te incendia con la mirada, la que se entusiasma con los amoríos de sus amigas, la que ríe cuando no hay de qué, la que patalea por un capricho, la que destroza la cama, la que combina el esmalte de los pies con los de la mano, la que te dice mirándote el vestido: no, te queda como el orto, la que te calma las catarsis incalmables, la que no se decide por la pizza o la ensalada, la que llama en cada fecha clave, la que se cuelga con los horarios, la que no se quita el maquillaje, la que propone salidas, la que lee en el colectivo, la que canta cuando le da la gana, la maníaca, la yopuedocontodo, la debilucha, la llorona, la valiente, la quejosa, la impulsiva, la rayada, la vueltera pero sobre todo la desarmada, que a pesar de sus mambos y sus aguas revueltas, frente a todas esas cosas antepone una, la más preciada: el viva la vida, sí, viva la vida, en cualquier situación y cualquier tiempo, en cualquier orilla del mundo.

Ilustración: María Cerezo