lunes, 20 de junio de 2011

Los amores imaginarios


Un director de 21 años, repito, 21 años, canadiense, lindo, piensa una historia en un tren, la escribe, la dirige, la actúa, la produce, la postproduce. La hace película y la presenta en Cannes para arrancarnos suspiros y sonrisas, para llenar nuestros ojos de colores de Almodovar, para sembrarnos toda nuestra admiración a él, artista multifunción, canadiense, lindo, 21 años. Un nombre: Xavier. Un apellido: Dolan. Un chico que se animó a escribir su primera obra: Cómo maté a mi madre en base a los sufrimientos que atormentaron su adolescencia. Se animó a pedir prestado dinero a sus amigos y sus amigos confiaron en él. La filmó y la llevaron a Cannes y se llevó la ovación y los premios. Se siguió animando y creó Los Amores Imaginarios: una historia con un tono de Woody Allen, una música de ensueño, una época colorida, unos primeros planos sabrosos, unos testimonios estrafalarios, un paisaje encantado, un vestuario impecable, una juventud radiante, impulsiva, fluorescente. La amistad y la sexualidad, la obsesión, la incontrolable belleza de un chico andrógino, sensual, tierno y a la vez inalcanzable. Un ángel que cae y confunde mentes y corazones, que atraviesa la noción del amor y de la belleza en la juventud. Un trío que oscila entre la fantasía y la realidad, que lleva a la perdición, al ardor, a la locura. El no poder más, el jugarse todas las cartas, el desilusionarse. Un hermoso guión sobre pasiones que nacen y mueren, sobre corazones que se entregan, se salen del cuerpo, se mueven frenéticamente y de repente, porque los amores obsesivos son así, empiezan a quebrarse y sin poder evitarlo, se chocan contra un vidrio, estallan y se rompen. Eso es lo que cuenta Dolan como director en la piel de Frankie, el chico gay, sensible, frágil y romántico que protagoniza esta película que yo ya califico como obra de arte.

1 comentario:

laucha dijo...

Genial peli! Ame cada cosa que nombraste!