domingo, 17 de mayo de 2009

Hasta Mañana


Voy a cerrar los ojos en voz baja

voy a meterme a tientas en el sueño.

En este instante el odio no trabaja

para la muerte que es su pobre dueño

la voluntad suspende su latido

y yo me siento lejos, tan pequeño.


que a Dios invoco, pero no le pido

nada, con tal de compartir apenas

este universo que hemos conseguido


por las malas y a veces por las buenas.

¿Por qué el mundo soñado no es el mismo

que este mundo de muerte a manos llenas?


Mi pesadilla es siempre el optimismo:

me duermo débil, sueño que soy fuerte,

pero el futuro aguarda. Es un abismo.


No me lo digan cuando me despierte.


Mario Benedetti, Hasta Mañana


La tierra perdió tus letras.

Que en paz descanses, Maestro.





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